the reaper

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Joseph se encontraba agotado,todo su día había sido pesado.

El responsable de que todos estuvieran allí,el sin nombre,había enviado una carta asignándoles a todos tareas del hogar.

Además de ejercicios físicos contando con los uniformes de deporte.

Nunca se sintió mas humillado en su vida,pero al menos el no sudaba y la asquerosa ropa deportiva tenia algo de color.

Se sorprendió de la increíble habilidad física de la geisha,su amigo luchino y de jack,pues los tres eran el combo perfecto de la definición imparable.

Más su sorpresa ver las piernas de su amiga,vaya,si tenía.

Pasada la tarde de ejercicios,y con los músculos molidos,participaron todos en partidas rankets,en las que los supervivientes jodieron lo suficiente su condición física como para escaparse dos.

Maldito forward y sus golpes en las costillas.

Ya casi al atardecer,se encontraba en la sala tirado en uno de los enormes muebles como todos los demás,casi ninguno era capaz de moverse,casi.

Explicarle tu al resto,como el viejo lesbiano estaba en una pieza y atendiendo a todos con bolsas de hielo y analgésicos.

Pensaba quedarse tirado,aun viendo a todos irse a dormir sin cenar,pensaba no mover ni un solo maldito músculo.

Hasta que recordó la ultima carta de su querido admirador secreto.

Suspiro,con pesadez,queriendo maldecir en su amado idioma pariciano,más se contuvo y fue a su cuarto a bañarse y vestirse.

Salió por los jardines traseros de la mansión para cuando el sol ya casi tocaba el horizonte para desaparecer tras él.

Camino hacia él bosque,tarareando alguna canción que se le había pegado en la cabeza en nombre de la superviviente bailarina.

Se iba a dar por perdido cuando todo se puso oscuro,pero lo detuvo una luz hermosa y azul,se acercó a esta viendo que era una linda flor luminosa.

Fueron encendiendose más,haciendo un camino,y no dudo mucho en seguirlo.

A medida que avanzaba iba encontrando notas de The reaper adheridas a los árboles,y las tomaba con cuidado de no romperlas.

Lo segundo que le indicó que estaba llendo al lugar correcto,fue el viejo invernadero,envuelto en una linda cúpula de cristal con plantas enflorecidas creciendo en sus columnas,y un suave aroma a comida caliente.

Se acerco,viendo y oliendo las velas aromáticas,encendidas por todo el lugar.

En la mesa que se encontraba dentro del invernadero,se encontró con un agradable plato con filete y verduras,y un vino añejo y rojo,mas una nota más.

La tomó entre sus manos,abriéndola y leyendo su contenido.

"¿Cenarías conmigo,mon amour?"

Sonrió,enternecido,respondiendo al aire un sí que se fue con el viento.

Unos largos y cálidos brazos lo rodearon en un abrazo por la espalda,y poso sus manos en las de aquel ser,sintiendo que no había malicia allí.

Quiso voltear su rostro para verlo,pero su profunda voz lo interrumpió,escondiendose en su hombro.

- no me mires aún,amour - susurro entre su hombro y cuello,su respiración calmada no le dejaba pensar.

Accedió a su pedido asintiendo con la cabeza.

Se quedaron así unos minutos,callados,envueltos en un abrazo cómodo y acogedor.

Joseph,embriagado con el perfume de quien lo abrazaba.

քʟaʏ ✿ƒ ɦʊռtɛʀs {°•IDENTITY V•°}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora