El ángel de Lucifer.

Arrebatados.

NA: Para quienes no sepan, Nathan es un personaje de "Surrender", otro de mis fanfics. Es hijo de Lucifer y Castiel, con la personalidad del primero y el físico del ángel. Suele llevarse mal con Luci, y es el niño consentido de Cas. 

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Poco antes de que Lucifer fuese encerrado.

Cuando el arcángel se enteró del embarazó de su ángel, todo parecía absoluta felicidad y la guerra paso a segundo plano. Su familia era todo que importaba. Entonces, fue conciente del peligro, prohibiéndole a Castiel volver a luchar a su favor.

El infierno fue puesto a los pies del ángel, siendo toda su prioridad protegerlo de los ataques del cielo. La paz duro muy poco, Michael no estaba nada feliz cuando la noticia le llegó, levantando todo su ejército y preparándose él mismo contra Lucifer.

Esa noche, Lucifer hizo la única promesa que verdaderamente le fue imposible cumplir.

- Voy a protegerlos. – Juró con sus manos sobre el vientre de su ángel. – Nada ni nadie va a separarlos.

El plan que los demonios debían seguir era claro, y Lucifer no necesito dar más detalles. "Saquen a Castiel de aquí y que nadie nunca lo encuentre". Pero existía un obstáculo, el parto se puso en marcha, obligándolos a quedarse y buscar un lugar seguro en el infierno.

Lucifer se enfrentó a Michael. Al mayor ya no le importaba su hermano, el problema era ese embarazó. Satán luchó hasta que cada parte de su cuerpo dolía y la sangre le cubrió casi por completo, luchó hasta que el mundo se volvió algo lejano en su mente. Debía alejar a su hermano de su familia o lo perdería todo.

Pero Michael lo encerró.

El arcángel se abrió paso por el oscuro lugar en busca del ángel, su sequito le seguía. Cada demonio que se interpuso cayó. Castiel había huido solo, con dos niños entre sus brazos, la ropa cubierta de sangre y su cuerpo que no soportaría mucho más.

Pero Michael lo encontró.

Sus propios hermanos le arrebataron a los bebés recién nacidos. Lo arrastraron hasta donde Michael señalo. Cayó de bruces, abriendo más heridas en su cuerpo. Fue capaz de levantar su mirada y toparse con la sucesión de rejas frente a él, Lucifer estaba al otro lado.

- Lucifer. – Intento tocarle, pero la jaula le rechazó. –

La mirada del rubio era una clara suplica de perdón, había roto su promesa. Aun podían escuchar el llanto de los bebés a lo lejos, como un eco proveniente de la oscuridad. Llamándolos, rogándoles. Hasta que ya no los escucharon.

Castiel fue dormido y arrastrado lejos de Lucifer.

Satán gritó, golpeó e insultó todo y todos, pero nada le devolvió lo suyo.

Ahora, viendo atrás, parecía una lejana pero horrible pesadilla. Viéndolos a cada lado de Cas, durmiendo en esa tranquilidad que no pudo darles jamás, Lucifer pensó en lo realmente afortunado que era.

Entrelazó su mano con la de Castiel, que envolvía a Nathan contra sí. Los ojos del ángel se giraron hacia él, sonriéndole. La guerra volvió a detenerse por un minuto, pasando a segundo plano de nuevo, centrándose en ese momento.