NA: Recomiendo Someone you Loved - Lewis Capaldi.
La tarde cayó un día de esos que la tristeza se siente en el ambiente, imposible de ignorar. Suspiró tratando de contenerse, tratando de evitarlo. Aún la imagen rondaba su mente, agregando escenas de su imaginación al pequeño trozo de realidad que le lastimaba. Le escocia.
Lucifer sonreía como ya no lo hacía últimamente. Sus ojos estaban centrados en alguien que no era Cas y no parecía importarle. Apenas tocó el hombro ajeno, pero parecía haber más afecto en el simple gesto que en el último beso que compartió con Cas y parecía no importarle. Dijo algo con esa pizca de picardía que alguna vez Cas presencio de cerca, alguien más la veía de cerca, y parecía no importale tampoco.
Castiel ya no importaba.
Había escapado del lugar, se recluyó lejos de todo. Sin planearlo, acabó en aquel lugar especial de la tierra, el primer lugar al que Lucifer le trajo. Una simple pradera donde había jurado lealtad absoluta a Satán. Como un fiel soldado, se había arrodillado en medio de las flores, y esa mirada fue completamente suya.
Hoy no había nadie más que él en medio de las flores. Aves cantaban de felicidad, ignorando su agonía. Se hincó como en aquel entonces, pero con ambas rodillas en el suelo, los brazos caían a sus costados y presionaban la hierba con fuerza. Dejó ir la primera de muchas lágrimas, porque ya no era el Ángel de Lucifer y alguien más ocupaba su lugar. Le habían arrebatado lo único que amo con pasión, furia, dolor y sangre. Y se sentía que en realidad él lo había soltado, dejándolo ir lejos, arriesgándose a perderlo.
Era tan estúpido que creyó, en su inocencia, que el amor de aquel hombre que no amaba sería suyo por siempre, que no podría amar a nadie más nunca. Se creyó tan importante cuando el rey puso a sus pies toda su vida, lo tendría todo solo por un poco de lealtad que podría conseguirse en cualquier parte. Se creyó único e indispensable cuando esa voz pronunció un "te amo" solo para él.
No era importante, ni único, mucho menos indispensable. Cualquier ángel caería a pies de Lucifer con un par de palabras. Él solo se cruzó en su camino, lugar indicado, momento oportuno para que se diera lugar esto que llamaba amor. No había nada de especial en él.
Lucifer le hacía especial, y ya no le quería a su lado. Solo sabía ser su ángel, y ya no lo era. ¿Qué iba a hacer?
Gritó de frustración intentando encontrar una respuesta. Se dejó caer, aun de rodillas, su cabeza entre sus manos; el rostro cubierto en lagrimas.
- Tú y yo reinaremos juntos eternamente. – Dijo con una triste sonrisa.
- ¿Cas?
El tiempo se detuvo. Lentamente se enderezó notando la sombra proyectada sobre su cuerpo. Ojos confusos le observaban, esperando que dijese algo.
- ¿Lucifer?
- ¿Estás bien? Pensamos que tal vez te...
Se levantó rápidamente aferrándose al cuerpo del más alto con todas sus fuerzas. El abrazo no fue correspondido, pero al menos podía disfrutar de su aroma mezclado con el de las flores una vez más.
- Los niños estaban preocupados cuando prometiste ir a por ellos y no lo hiciste.
- Sabías que estaba aquí.
No era una pregunta, era una absoluta muestra de su alegría. Lucifer recordaba aquel tiempo perfecto y vino a por él porque sabía la importancia de ello.
El rubio apoyó su mentón en el revoltijo de cabellos azabaches, un simple gesto que significo mucho más para el menor.
- Conozco todo de ti, no es algo que se olvida fácil.
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El ángel de Lucifer.
FanfictionCastiel despierta de su eterno sueño, listo para cumplir las órdenes de Lucifer. Es su soldado, su sicario, su ángel. Lustiel