Capítulo 29

1.4K 38 0
                                    

Venezia Oviedo.
Sábado 15 de Mayo a las 19.30
°
Bajo las escaleras dispuesta a irme pues hace quince emimutos Jesus me llamo suplicando que vaya a verlo, necesita verme h no entiendo que ha sucedido.
~
-¿Dónde vas? -pregunta.
-A ver a Jesús, quiere verme, tiene ansiedad. -explico.
-¿También te estás liando con tu otro hermano? -reprocha.
-¡No he tenido nada con Daniel! -aseguro seria.
~
Agarra mi rostro con fuerza, me mira fijamente a los ojos y rie irónico.
~
-Vete antes de que me arrepienta. -susurra.
-Te dejo con la niña, ten cuidado. -suplico sin voz. ~
Salgo de casa al borde de un ataque de ansiedad, conduzco calmandome hasta el apartamento de Jesús pues si es cierto que él está igual que yo no quiero que me vea de estos nervios.
Aparco al más lejos de su portal, cruzo la calle y llamo al porterillo, abro la puerta y subo hasta su apartamento. Empujo la puerta de su casa pues me la ha dejado un poco abierta y lo veo con una sonrisa un tanto curiosa.
~
-¿Qué pasa Jesús? -pregunto seria.
~
Me abrazan por la espalda, muerdo mi labio al sentir que es él y sonrio aliviada.
~
-Hola enana. -susurra en mi oreja.
~
Me giro mirándolo y lo brazo fuerte, cierro los ojos olvidándome de la ansiedad y mezcla nuestros labios con lentitud.
~
-Joder, cuanto amor. -dice Jesús.
~
Daniel lo mira sonriendo y abrazo a Jesús.
~
-Estás tensa. -dice Jesús.
~
Asiento suspirando en lo que Daniel cierra la puerta y vuelve a abrazarme por atrás.
~
-Se está adueñando de mi vida, casi le tengo que pedir permiso para salir de casa. -digo con miedo.
~
Ambos se miran muy serios.
~
-Está yendo a más. -murmura Daniel serio.
-Está seguro que estoy con otro. -me preocupo.
-Es que estas con otro. -dice Daniel obvio.
-¡Pero no tiene derecho a ponerme la mano encima! Daniel, me da miedo por ti. -digo preocupada.
~
Jesus suspira asintiendo, me giro mirando a mi chico.
~
-Ese hombre es capaz de matarte. -asegura.
-Daniel, si te hace algo no pierdo al hombre que amo, pierdo a mi hermano. -digo preocupada.
-No me va a hacer nada. -insiste intentando mantener la calma.
-Ten cuidado. -suplica Jesus.
~
Asiente serio y Jesús sonrie.
~
-Yo me voy, os dejo solos, a las doce vuelvo y más os vale cambiarme las sábanas. -ordena abriendo la puerta.
-No vamos a follar. -aseguro.
-¿Dónde tienes las sábanas limpias? -pregunta Daniel haciendome reír.
~
Jesus se marcha dejándonos solos... ¿Qué pretende?

De sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora