De sangre

Capítulo 48

Venezia Oviedo.
Viernes 14 de julio a las 10.00
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Daniel sonrie besando mis labios y agita la cabeza cuando desabotono su camisa.
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-Aqui no. -murmura cuando me hundo en su cuello.
-Siempre están las niñas en casa cariño. -susurro.
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Él muerde su labio pero el teléfono suena en cuanto vuelvo a besar su cuello.
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-No lo cojas. -aseguro.
-Puede ser importante. -dice dulce.
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Agita la cabeza, suspiro apartandome un poco aunque sigo sobre él.
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-Bebé... -suplica.
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Sonrio besando sus labios y alarga la mano agarrando el móvil.
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-Es mamá. -dice serio.
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Me quedo sorprendida y suspiro.
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-Pon el manos libres Daniel. -digo.
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Se lo coje poniendo el manos libres y me hundo en su cuello asustada por lo que pueda decir.
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-Mamá. -dice él.
-¿Cómo estáis? -pregunta sería.
-Nosotros bien mamá... ¿Y tú? -responde.
-Bien, aunque necesito una explicación de todo. -dice seria.
-Puedes venir a vernos mamá, enserio, confía en nosotros. -dice nervioso.
-Estáis locos. -ataca.
-No estamos locos mamá, nos amamos muchísimo. -reprocha.
-¡Estamos enamorados mamá! -se pone nervioso.
-Mamá, ven tu y mira lo bien que estamos con tus propios ojos. -asegura.
-¿Para que quieres que lo vea? Sois hermanos y estáis juntos ¿acaso habéis sido capaz de acostaros? -pregunta aterrorizada.
-¡Mamá joder! -alza la voz Daniel.
-No tengo que ir a veros para darme cuenta que estáis locos ¿que piensas vuestras hijas? -reprocha.
-Las niñas estas más feliz que nunca mamá. -aseguro.
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Mi madre cuelga sin decir nada más, me bajo del cuerpo de Daniel y camina por el despacho, le da un puñetazo a la pared y lo agarro.
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-Calamate. -digo seria.
-¿Por qué no nos entiende? -pregunta furioso.
-Daniel, no estamos locos, te amo y me amas, joder, tranquilo, respira. -agarro sus manos.
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Pega nuestras frentes y suspira.
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-Tiene que venir y ver lo que felices que estamos. -murmura.
-Mamá jamás lo entenderá Daniel, solos felices y con eso basta el resto. -aseguro.