De sangre

Capítulo 40

Venezia Oviedo.
Martes 25 de Mayo a las 9.15
°
Emtro en el despacho de Jesús, este me abraza y agarra mi rostro.
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-¿Estás bien? -pregunta.
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Asiento, él aparta mi cabello viendo el golpe que tengo en la parte derecha, en la sien, encojo mis hombros y suspira.
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-Tienes que irte de esa casa. -asegura.
-Tengo miedo Jesus. -confieso.
-Lo sé, pero los años me han demostrado que tú eres la más fuerte de los tres. -agarra mis manos.
-Sí me voy es con Daniel. -aseguro.
-Nuestro hermano se irá como loco contigo. -asegura.
-Es mi hermano Jesús ¿Sabes lo mal que está todo esto? -pregunto.
-Os amáis, iros lejos antes de que sea tarde. -me apoya.
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Frunzo el ceño pues su apoyo de esta manera me tiene algo confundida, él sonrie levemente y llaman a la puerta.
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-Adelante. -dice.
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Veo a Daniel, este al ver mi golpe se acerca rápidamente.
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-Te va a matar . -dice mirando la marca.
-Estoy bien. -aseguro.
-¿Te ha quitado el teléfono? -pregunta.
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Asiento, Daniel mira a su gemelo y me estrecha en su pecho.
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-Vámonos lejos Daniel, porfavor. -suplico.
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Él sonrie asintiendo totalmente seguro, beso sus labios con lentitud y me agarra el trasero suavemente.
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-Tenemos que buscarlo, con tranquilidad. -dice mirandome.
-Id está noche a mi casa. -propone Jesús.
-Esteban no me deja salir de casa. -aseguro.
-Ven conmigo cuando recojas a la pequeña, no vayas a casa. -propone Jesús.
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Los miro, asiento algo asustada y Daniel me pega a la mesa.
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-Voy a por un café. -se va dejándonos solos.
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Daniel me sienta sobre la mesa hundiéndose en mi cuello, cierro los ojos sintiendo como realmente esto es amor y no lo que Esteban siente por mi. Besa mis labios con toda la suavidad, miro sus ojos y sonrie.
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-Tú y yo con las dos leonas. -susurra.
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Sonrio cuando varias lágrimas se me escapan y muerdo mi labio.
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-Antes de que me mate Daniel, porfavor. -susurro.
-Nos vamos al sur, van a vivir de maravilla. -asegura.
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Seca mis ojos besandome y susurro cuanto le amo.