-Gracias otra vez por acompañarme, se que esto no es problema tuyo.- Le dijo Víctor a Mayo mientras conducía hacia la escuela de sus hermanos.
-Tranquilo, sabes que a mí no me importa. Son tus hermanos, y obviamente son importantes.- Le respondió sincero.- Pero... Te pido que no seas muy duro con ellos al verlos. Aún no sabes por qué les castigaron.- Razonó.
-Nada bueno pueden haber hecho.- Suspiró.- Los profesores no suelen castigar por hacer buenas acciones.- Comentó buscando aparcamiento.
-Ahí hay un sitio libre.- Le propuso al mayor señalado una plaza libre.
Bajaron y fueron hasta la escuela. La recepcionista les indicó la sala donde se encontraban los castigados, es decir, el comedor.
Cuando estaban detrás de la puerta se oyeron voces.
-Trollino, ¿Verdad o reto?- Preguntó Mike, aunque ellos aún no lo pudieron reconocer debido al bajo volumen.
-No me puedo creer que estén jugando en vez de cumplir el castigo, ¿Quién les vigila?- Se quejó Víctor, pero por petición del menor decidieron escuchar un poco más.
-Verdad.-
-Si pudieras retroceder en el tiempo para evitar una cosa que has dicho o hecho, ¿Cuál sería?-
-Me gustaría no haber roto una promesa que le hice a mi hermano.- Eso sorprendió a Víctor y a Mina, bueno y a la gran mayoría.- Se que para mí no era tan importante... Pero para él si... Definitivamente querría poder cambiar eso.- La pareja decidió dejar de espiar y entrar.- Bueno... Caro ver-
Todos los adolescentes se quedaron mirando hacia la puerta recién abierta, y la pareja se quedó les mirando sorprendidos, ya que si que estaban cumpliendo el castigo, solo que hablaban por mientras.
-Eh... ¿Hola?- Fue Panda la que interrumpió el silencio.
-Hola Víctor, ¿Ya ha acabado el castigo?- Preguntó Trollino.
-No hasta que llegue el profesor que os vigila.
-¿Agapito?- Preguntó Mike.
-Hermano, no lo vemos des de que nos ha mandado a limpiar.- Confesó Mina.
-Bueno... Y... ¿Qué estáis haciendo?- Preguntó Mayo.
-¿Limpiar?-
-Espera, ¿No recibiremos una presentación?- Se quejó Caro.
-Oh, claro. Chicos, él es nuestro hermano Víctor, y él es su novio Mayo. Víctor, Mayo, a la mayoría ya los conocéis excepto a Rius, John, Caro, Destiny y su hermana Panda.- Dijo señalando a cada uno.
-Espera, ¿Sois hermanos?- Preguntó Rius.
-Era bastante obvio.- Le contestó Mike.
-Entonces... Limpiando.... ¿Nada más?- Curioseó Mayo.
-La verdad... Estábamos jugando a verdad o reto.- Dijo Itzel recibiendo un "típico" en susurro por parte de Víctor.
-¿Por qué os han castigado?-
-Pelea de comida.- Respondieron la mayoría a la vez.
-¿Quién la inició?- En respuesta todos señalaron a Flex, quien sonrió orgulloso.
-¿Ya os conocíais?-
-Bueno... Algunos sí y algunos no.- Aclaró Raptor.
-¿Os han dicho donde está el profesor?-
-No.-
-¿Nadie os estaba vigilando?- Preguntó Víctor desconcertado.
-Eh... No, ¿Por qué?- Dijo Mina.
-Y... No sé os ha ocurrido... No sé... No cumplir con el castigo... Técnicamente nadie os lo impidiría.- Concluyó Mayo.
-No... No se nos ocurrió.-
-A mi sí.- Protestó Mike.- Nadie me hizo caso.
-Oh, habéis venido a recogerlos ya.- Supuso en voz alta el profesor Agapito recién llegado. Analizó la sala comprobando que estaba limpia.- Supongo que todos podéis ir- Fue electrocutado antes de poder terminar la frase. Todos entraron en pánico y el mayor, Víctor comprobó la respiración.
-¡¿Qué cojones acaba de pasar?!- Preguntó Trollino.
-¿Respira?- Preguntó Mayo, recibiendo un "no" en respuesta. Tina se aferró a Manu y lo abrazó con fuerza. Todos tenían miedo, no sabían lo que acababa de pasar, su profesor había muerto, lo habían matado.
La mayoría gritó a oír el ruido cercano de una explosión. Timba miró por la ventana, viendo a lo lejano pequeñas explosiones.
-Hay que salir de aquí.- Propuso John.
-Ni de coña. Fuera están peor.- Le contradijo Timba.
-¡Y aquí acaban de matar a un profesor!- Reprochó Panda.
-Buen punto.- Todos corrieron afuera del comedor por los pasillos de la escuela. Abrieron una puerta cualquiera encontrándose con el laboratorio, en la escuela había más de un laboratorio, obviamente este no es el incendiado.
-Mejor busquemos otro sitio.- Propuso Víctor, pero al ir a abrir la puerta parte del techo y aula de arriba se cayó delante de la puerta de salida.
La situación era esta:
La gran mayoría gritando, algunos se abrazaron e incluso algunos tenían alguna lágrima.
Interrumpiendo los pensamientos de todos, entró por la ventana un chico pelinegro aparentemente unos años más mayor que Víctor.
-Venid conmigo si queréis vivir.- Es lo único que dijo antes de comenzar a romper aun más la ventana.- Seguidme.- Algunos como Itzel, Rius y Mike le siguieron.
-Espera, espera, espera.- Les paró Flex.- ¿Enserio le van a seguir?
-¿Acaso tú tienes una idea mejor?- Le retó Panda.
-No... Pero, ¡Ni siquiera sabéis cómo se llama!- Reprochó, ahí tenía un punto.
-Me llamo Diego, de camino os explico el resto.- Contestó el ahora ya no tan desconocido.
-¡¿De camino a dónde?!- Preguntó Manu siendo empujado hacia la ventana por Víctor.
-A un lugar seguro.- Respondió Diego mientras ayudaba a pasar a Rius por el camino por el que él había venido.
-¿Qué es un lugar seguro para ti?- Continuó insistiendo Flex siguiendo a Destiny por el tejado de una casa.
-Y, ¿Por qué has venido a buscarnos a nosotros?- Le siguió Melody.
-Creo que cualquier lugar que no sea la escuela me parecería un lugar seguro.- Confesó Caro.
-No estés tan segura.- Le advirtió Diego.
-Aún no has respondido nuestras preguntas.- Le presionó Melody.
-Paciencia.- Es lo único que dijo, haciendo gruñir a Melody.
Iban en la típica fila de uno detrás del otro, y el orden era:
Diego; el cual dirigía y se paraba para ayudar al resto, Mike, Itzel, Mina, Rius, Panda, Destiny, Flex, Tina, Manu, John, Caro, Mayo, Raptor, Melody, Trollino, Timba y finalmente Víctor también ayudando al resto.
Pasaban por tejados, escaleras, muros e incluso llegaban a pasar por en medio de algunas casas. De fondo se podían escuchar las continuas explosiones.
Bajaron por unas escaleras de incendio hasta llegar a un lugar con tres coches y dos chicos más, uno peligris y el otro peliazul apoyados. Cada uno en un coche, con armas, y fue entonces que se dieron cuenta que su acompañante también las llevaba, cosa que en vez de tranquilizarlos los asustó más.
-Subid a los coches.- Les ordenó cuando Víctor acabó de bajar las escaleras.
Mientras ellos subían por grupos improvisados a los coches, el peligris le preguntó a Diego.
-¿Son ellos?-
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~Una Extraña Aventura~
Fanfiction~Venid conmigo si queréis vivir~ Una simple frase que lo cambió todo. 17 adolescentes que tendrán que aprender a convivir entre ellos para sobrevivir. *Aviso: >> >> >>