el chico del blog {Jøshler}

seixanta°

Esto algún día se supone que tiene que acabar, pero no sé cómo llegar. En plan, sé cómo acaba, obviamente, pero no sé cómo escribirlo sin saltarme un montón de sucesos
aiuda.

-¿Cómo te fue hoy? - Tyler había salido de clases de música, y yo, como algunas veces, fui a buscarlo.

-Bien - me sonrió y luego bajó su mirada al suelo, continuando con nuestra caminata.

Manson se había ido unas semanas del estado. Dijo que iría a California por asuntos familiares, pero como Jacob y yo éramos los encargados del local en sus ausencias, no estaba preocupado. Hoy haría turno doble solo para estar más tiempo con Tyler, mi turno había acabado hace dos horas, y él entra ahora hasta la noche.

Ashley ha vuelto a irse por el mundo bajo el nombre de Halsey. La verdad es que era un pseudónimo que se me hacía muy bonito, tardé en acostumbrarme, pero lo logré. Brendon seguía saliendo con aquél chico, Sarah había conocido a alguien y Jenna, bueno, ya os vais haciendo una idea.

-¿Quieres comer algo? - volví a preguntarle a Tyler, quien continuaba mirando al suelo mientras sujetaba mi mano con fuerza. Él solo negó, sin mirarme siquiera -. Ty, ¿te ocurre algo?

No dijo nada. Me detuve en seco y lo miré, aunque parecía que él no se daba ni cuenta. Cuando levantó el rostro, pude notar su mirada oscura y triste.

-¿Qué pasa? Vamos, llego tarde - sonrió forzado.

-Tyler, Manson no está. ¿Qué te ocurre? - pregunté sonando más serio de lo que quería.

-Que el jefe no esté no significa que podamos hacer lo que nos plazca - atacó, evadiendo la pregunta.

-Yo sí puedo, y lo sabes. Así que necesito que me digas qué te ocurre antes de entrar allí.
Pero no me hizo ni caso. Bufó y soltó mi mano, empezando a caminar solo.
-Tyler - lo llamé, y la reacción fue la misma -. ¡Tyler, por mierda! - me apresuré en alcanzarlo y volví a coger su mano.

-No quiero hablar ahora, Josh - y solo dijo eso.

Al llegar al bar, se puso en seguida su delantal y entró a la cocina. A pesar de que hace un momento parecía que el mundo se le caía encima, ahora parecía bastante eufórico, como si se quisiera olvidar de lo que sea que rondaba en su cabeza. Yo no quería presionarlo, pero era obvio que algo le pasaba y yo quería saberlo. Quería ayudarlo.

Jacob me contaba algo en la cocina. Fuera no habían muchos clientes y todos estaban servidos, Tyler estaba fuera, en la barra, así que cualquier cosa vendría a avisar. Gina preparaba una ensalada que en cuanto estuvo, interrumpí a Jacob para salir y llevarla a su mesa. Ty estaba apoyado en la barra, con una mano apoyada en la cara. Se le notaba decaído y pálido.

-Cariño, ¿Quieres irte a casa? - me acerqué hasta él.
Él solo negó, mirando a la nada. Yo hice una mueca y fui con él detrás de la barra.
-No sé lo que te pasa, y espero que me lo puedas contar, ¿Vale? - murmuré, dejando un beso en su mejilla.

-Vale - murmuró por igual, aún sin mirarme.

Y volví dentro. Los minutos pasaban rápido, entraba y salía junto con Tyler con pedidos de gente que entraba o platos de otros que se iban.

-Josh, ¿Podrías vigilarme esas hamburguesas mientras voy al servicio? No tardo - señaló Gina.

-Sí, claro.

Caminé hasta su puesto de trabajo mientras Jacob cantaba una canción que yo no conocía y cocinaba. Pasaron un par de minutos y decidí salir con los pedidos ya que Gina no volvía, y alguien tenía que salir con los platos sí o sí. Pero para mí sorpresa y disgusto, Gina estaba con Tyler detrás de la barra abrazándolo con una mirada realmente preocupante. Dejé los platos sobre la barra de mármol café y me fui con ellos. Gina se apartó poco a poco y yo con delicadeza me llevé a Tyler a la parte de atrás. No dejaba de hipar y tenía los ojos rojos e hinchados, sus manos temblaban y no dejaba de tirar de su cabellera.