tretze°

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Cuando llego a casa, como de costumbre por decirlo de alguna manera, no hay nadie. Subo las escaleras y entro a mi habitación, dejo la mochila y me quito los zapatos. Me voy hasta el baño y abro el grifo con intensión de llenar la bañera, bajo a la cocina, tomo una botella de limonada y le doy largos sorbos. Tyler se pinta en mi mente y me doy el permiso de fantasear unos minutos.

Su lindo rostro aparece en un primer plano en mi cabeza, sus lindos ojos cafés rasgados al sonreír y sus largas pestañas, su nariz respingada y sus labios gruesos y rosados. Como me gustaría poder besarlo... Luego está su cuerpo, su delgado y flácido cuerpecito, sus delgadas extremidades, se nota a leguas, a pesar de los grandes jerséis que siempre lleva, que no es muy musculoso, pero del que me encantaría recorrer cada centímetro. Su notoria nuez de adán a la que con gusto dejaría completamente roja después de un surtido de besos y mordidas.

¡Dios, Josh, para ya!

Sacudo la cabeza, dejo la botella aún con jugo dentro de la nevera y subo al baño, cierro el grifo, me desvisto y entro a la bañera. Cierro los ojos y me hundo en ella, dejando que la temperatura del agua nivele la de mi cuerpo, hace ya un calor extremo, incluso tengo el cuerpo lleno de ampollas gracias al sudor que mis poros sueltan cada segundo del miserable día. Ojalá pudiera quedarme aquí dentro el resto de la tarde.

Vuelvo a la superficie y descanso la cabeza en el borde de la bañera, aún con los ojos cerrados. El delgado castaño no deja de repetirse en mi cabeza una y otra vez, estoy empezando a desesperarme, pero opto por dejarme llevar. Mis pensamientos van más lejos de lo que yo quería y noto como mi respiración se acelera y mi cuerpo despierta.

Luego de una larga estancia en el baño que fue interrumpida por Abigail, estoy acostado en mi cama, aún con mi toalla atada a la cintura, mirando al techo y pensando en lo que ha pasado hace un rato. ¿Qué te pasa, Josh? Me cuestiono. Nunca había tenido este tipo de pensamientos tan... tan detallados y salidos de tono con alguien. ¿Qué estoy haciendo? ¡Por Dios! Me recrimino una y otra vez.

Me levanto con pereza para vestirme. Luego de hacerlo me siento en el pequeño mueble de la ventana y mientras escucho música, hago las tareas para mañana. Tengo la mala costumbre de dejar siempre las tareas para última hora. La próxima semana tengo cuatro exámenes, uno es de matemáticas y dura dos horas. Solo de pensarlo me da dolor de cabeza y pereza máxima.

🙈

Son las ocho y ya he terminado todas mis tareas. Hace demasiado calor así que dejo las ventanas abiertas, pero tampoco es como que haya mucho viento. Solo llevo unos pantalones de chándal y voy descalzo, me paseo por la habitación sin saber qué hacer. Iría al piso de abajo, pero no me apetece verle la cara a mi madre. Así que cojo mi celular de la mesita de noche y miro los múltiples mensajes de los chicos.

Frentón:
Qué hacen, familia?

Ash:
De verdad quieres saber lo que estaba haciendo antes de contestar tu mensaje, Brendon?  7u7

Frentón:
No, tranquila, ya me lo puedo imaginar 💧

Sarah:
Jenn, por qué no agregas a Tyler?

Ash:
Sí, es verdad!! Pero, no creen que primero le deberíamos de preguntar a José?

Frentón:
No creo que le moleste, al contrario

Ash:
Bueno, tienes razón, otra vez

Jenn:
Qué? Lo agrego entonces?

Sarah:
Sí, sí.

Jenn agregó a +T. R. Joseph

+T. R. Joseph
Holaa (?
Qué es esto?

el chico del blog {Jøshler}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora