quaranta-sis°

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Tyler y Ash llevan ya una semana viviendo conmigo. Papá se ha ido hace tres días y esta mañana me llamó diciéndome que esta noche quiere que vayamos a cenar todos a no sé dónde. Me dijo que la hija de Kate había vuelto. Eso me dejó pensando en sí deberíamos ir. Es decir, supongo que ya papá y su madre le han comentado que estoy con Tyler, pero no me deja de preocupar lo que pueda hacer.

La semana que viene, en teoría, vuelvo al bar de Charles, y Tyler irá conmigo. Estoy muy entusiasmado. Kyle lo adorará y no tardará mucho en contarle cosas malas sobre mí.

Ahora mismo estamos viendo X Factor mientras comemos bollería industrial. Ashley está sentada en la esquina del sofá, al igual que yo, y Tyler en medio, con la cabeza sobre mi hombro, los pies sobre la mesa y con los pies de Ash sobre sus piernas.

Llaman a la puerta y Ashley se levanta casi corriendo, cuando abre, es nuestra vecina, la señora Adelaine.

-Hola, jovencita, ¿está Joshua? - la escucho decir.

Me levanto y me apresuro en ir a la puerta.

-Hola, señora Adelaine, ¿cómo está? - le digo, quedando junto a Ashley, que en seguida pide disculpas y se retira.

-Me ha dicho tu padre que se ha marchado junto con su nueva esposa y te ha dejado la casa - dice amable, con una sonrisa.

-Sí, así es - le contesto de la misma manera.

Hay un silencio corto entre los dos que ella rompe.

-Oh, no quería interrumpir - dice, señalando dentro.

-¿Ah? No, no Adelaine, ella no...

-No te preocupes, Josh - me guiña un ojo, cómplice -, sólo pasaba para decirte que cualquier cosa que necesites como venir a hacerte algo de comida, me avises.

-Muchas gracias, se lo agradezco. Aunque no hace falta, lo tendré en cuenta - asiento con un gesto amable.

Ella ríe y se voltea, dando unos pasos. Vuelve a mirarme y habla.

-Ya los dejo - ríe por lo bajo una vez más y se marcha.

Yo niego sonriendo, me da mucha ternura, y cierro la puerta. Pero cuando vuelvo en dirección al salón, los chicos ya no están en el sofá, aunque la televisión sigue encendida.

Se escuchan risas provinientes de la cocina y cuando voy, ambos están comiendo de un bote de yogurt sobre la encimera. Me acerco al cajón de los cubiertos y cojo una cuchara, ambos me miran y dejan de reír. Ashley carraspea y continúa hablando.

-Y le dije: "bueno, al menos deja que vayan conmigo aunque no les quieras dar entradas. Son como de mi familia, y de diez shows si no los dejas venir al backstage conmigo a al menos tres, cancelaré algunos". Y se re indignó, empezó a toser bien exagerado y me dijo: "sabes que no puedes hacer todo lo que te dé la gana, Hals, tienes un contrato". A lo que yo le respondí: "Un contrato el cual puedo romper y denunciarlos por incumplimiento de la cláusula tres que dice que tengo total autoridad y título sobre mis canciones y autonomía en cómo, dónde, y cuándo hago mis shows". Y se quedó totalmente callado. Se acarició la frente y miró el suelo. "Bien, veré qué puedo hacer", dijo, y se fue.

Yo metí la cuchara dentro del bote de yogurt y me la metí a la boca.

-La señora Adelaine pensaba que éramos novios, Ash - digo. Y Tyler me mira y se ríe -. ¿Qué?

-No, es solo - come otra cucharada de yogurt y mueve sus labios sensualmente -. No puedo creer que no sepa lo gay que eres.

-Sí, porque yo voy contando por ahí que soy gay... Creo que le daría un infarto, la verdad. Me conoce desde hace mucho, creo que lleva toda la vida viviendo aquí. Desde pequeño la he visto.

el chico del blog {Jøshler}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora