el chico del blog {Jøshler}

quaranta-dos°

Mi habitación estaba jodidamente fría cuando entré. Se podría decir que incluso más que la calle. Papá no estaba en casa, así que bajé a la cocina y encendí el sistema de calefacción, volví a mí habitación y me dispuse a desvestirme, entré al baño y puse mi reproductor de música en aleatorio. Abrí la ducha esperando unos segundos hasta que se volviera templada, entré y dejé que el agua me empapara. Se sentía bien, mi cuerpo se relajó y sentí cómo un peso caía de mi espalda.

Cuando terminé de ducharme, me quedé en mi cama haciendo las tareas que me faltaban por terminar para mañana mientras escuchaba música, esta se detuvo, indicándome la entrada de una llamada. Era Tyler.

-Joshie - susurró.

-Hola, Ty - sonreí -. ¿Qué pasa? ¿Por qué susurras?

-Ha vuelto a pasar...

Dejo de escribir sobre mi cuaderno y me quedo en silencio unos segundos.

-¿El qué? Mierda, Tyler, ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? - digo con un tono angustiado -. Dime que no te has pasado.

Él solloza.

-Es papá. Él y mamá se han puesto a discutir, todo era gritos y cosas rotas por todas partes. Le pegó, otra vez, y al ver que estaba inconsciente se le antojó atacarme a mí - se calló unos segundos y sorbió su nariz, yo lo escuchaba atentamente, al mismo tiempo en que pensaba qué contestarle después -. Me dijo que era un bueno para nada, que por qué era un marica, que ya no me quería. Se rió, Josh, me humilló en mi propia cara... Que todo era culpa de mi madre por concentirme en todo, que ella era la culpable de que sea como soy y un montón de cosas más - continuó entre sollozos.

-Pero n-no... ¡Joder! No sé qué decir, ahora mismo... no... - suspiro, con rabia y frustración por no tener palabras que lo tranquilicen -. ¿Estás en tu casa?

-No, he tenido que salir, no podía quedarme ahí dentro - sorbe su nariz.

-Vale, ve a casa de Ash, yo ahora la llamaré y le avisaré, tú tranquilo, ella puede hacer algo por ti ahora mismo, ojalá yo poder - empiezo, aguantando el nudo en mi garganta. Me siento jodidamente inútil -, pero las palabras no me salen. No te diré lo siento, porque eso no quitará todo lo que estás pasando, quisiera estar ahí contigo, hacerte sentir bien, a salvo...

-No te preocupes, Josh. Está bien, iré a su casa. Te llamo cuando llegue. Te quiero.

-Yo también a ti, Ty. Ten cuidado.

Cuelgo. Me duele no poder hacer nada por él. Me apresuro en llamar a Ashley, que responde después de tres toques.

-Hola, Jish.

-Hola, Ash, mmm... Necesito que me hagas un favor. Bueno, a mí y a Tyler - le digo, mientras me paseo por la habitación.

-S-sí, dime, ¿qué pasa?

-Ahora mismo Ty va camino a tu casa, tuvo un problema y no quiere estar en la suya.

-¿Qué ocurrió? - pregunta alarmada.

-No puedo decirte. En todo caso, si él quiere, te lo dirá, yo no puedo decirte nada - murmuro -. Solo te pido que dejes que se quede contigo hasta que se sienta mejor, por favor. Mañana iré más temprano, ¿vale?

-Vale, aquí lo espero - nos quedamos en silencio -. Josh, tranquilo - susurra después.

-Chao.

Y vuelvo a colgar. Miro la hora. Son las 23:00pm, guardo mi cuaderno y un par de libros y apago la luz de la habitación. Dejo el teléfono sobre la mesita de noche y me acuesto.