el chico del blog {Jøshler}

seixanta-dos°

Papá había llegado temprano, Abigail estaba en la isla de la cocina desayunando con Tyler y yo, medio muerto sentado en el sofá charlando con papá.

-¿Por qué no vais a trabajar hoy? ¿Día libre? - preguntó, mirándome.

Negué con la cabeza y restregué mis ojos.

-Necesito hacer un par de llamadas y... ¿Conoces a algún psicólogo o psiquiatra? - pregunté un tanto dudoso.

Papá no sabía nada, al igual que nadie más en absoluto, tampoco me sentía con ánimos de hacerlo, pero de verdad Tyler era mi primera prioridad en aquél momento, además de Abi, claro.

-¿Un psiquiatra? ¿Qué pasa? - preguntó nervioso -. ¿Es por los bajones de Tyler?
Asentí, de verdad no quería hablar de ese tema con Tyler presente y mucho menos a aquellas horas.
-Kate debe de conocer alguno. Si quieres la llamamos ahora mismo, posiblemente aún no haya salido de casa - dijo papá, volví a asentir y él tomó su móvil.

-¡Josh! - escuché gritar a Abigail.

Dejé a papá hablando con su esposa y fui a la cocina, encontrando a Tyler y mi hermana con la cara llena de sirope de chocolate y el fregadero hecho un desastre.

-Pensaba que ustedes dos ya habían desayunado - dije riendo, cargando a la niña.

-Sí - ella asintió a la vez con la cabeza, sonriendo.

-Ty... Emm... - bajé la mirada buscando las palabras y luego miré a Abigail, que jugaba con una cuchara de madera -. Princesa, sube al cuarto ¿sí? Tengo que hablar con Ty.

Ella asintió y la dejé en el suelo, corrió escaleras arriba y miré a mi novio, que me observaba interrogativo.

-¿Qué pasa, Jish? - sonrió vago.

-Estaba pensando en que... Deberías ir con alguien - joder, Josh ¿No encontraste otra manera de decirlo? ¿Más clara, más directa, menos preocupante?

-¿Con alguien? - se enderezó en su sitio, claramente extrañado.

-Con un especialista. Estas cosas son muy delicadas y no quiero que te pase nada, quiero que puedas librarte de ello... Al menos un poco. Una pequeña ayuda que yo no te puedo dar - dije casi en un susurro. Por alguna razón me preocupaba cómo demonios reaccionaría.

Dio la vuelta y se colocó frente a mí, me miró, y asintió lentamente.

-No te preocupes, Josh, está bien - dijo tomando mi mano.

Lo solté, sosteniendo su cintura, y dejé un beso en su frente. Fuimos al salón y llamé a Abigail, quien bajó un par de minutos después. Papá aún continuaba hablando por teléfono mientras apuntaba algo en una servilleta que a saber dónde encontró.

-Bien, gracias, amor - dijo, y nos miró de reojo. Yo trataba de no reír, por alguna razón se me hacía gracioso ver a mi padre siendo cursi -. Bueno, aquí hay dos números y dos direcciones - añadió, entregándome el trozo de papel.

-Gracias - le dije, asintiendo -. Papá, no hace falta que te quedes, estaremos aquí todo el día.

-Oh, por Dios, Josh. Calla. Vine para que no estén tan abrumados con todo - luego se calló de repente, y volvió a hablar de sopetón -. Q-quiero decir, para que yo pueda conocer un poco a la pequeña Abi, ya saben, y para que ustedes puedan hacer sus mandados tranquilos.

-Papá, en serio, no te preocupes.

Él nos miró a mí y a Tyler, luego miró a mi hermana, que estaba sentada en la otra punta del sofá, abrazada a su muñeca.