trenta-sis°

1.6K 199 281
                                    

Anoche cada quien durmió donde le dio su regalada gana. Yo dormí con Ty, aunque no pasó nada, y Brendon con Sarah. Me sentí mal por Ash, así que le dije que podría decirle a Lauren que viniera si quería.

Ahora vamos camino al parque de atracciones a lo que se nos ha unido Caroline. ¿Es que papá no entiende que no la soporto? Aparte ya tiene veinte años; debería de estar viviendo sola y con novio, no lo entiendo.
Pasados unos cuarenta y cinco minutos, llegamos al lugar, que está lleno de niños corriendo por aquí y por allá y tantos colores de los que es imposible no ver perfectamente a la luz del medio día. Hay muchísima gente y admito que me siento un tanto agobiado. Ash no se me despega al igual que Tyler, que mira muy curioso todo.

-Este parque es más bonito que el de Columbus - me dice el castaño, mirándome con ojos brillantes.

-Nunca he ido al de Columbus así que no sabría decirte - le contesto, igual sonriendo.

Sarah se nos acerca y me llama. Me aparto de los otros dos y voy con ella un poco alejada de los demás.

-Habla con Bill, ahora - me dice.

-Sar-

-Nada, Josh. Sabes que tengo razón - me interrumpe, demandante.

Yo me quejo y me dirijo hasta mi padre, que habla por teléfono.

-Papá - lo llamo sin importar.

-Espera un minuto, Josh - dice, tapando su teléfono. Me da la espalda y continúa hablando. Luego de unos minutos me mira -. ¿Qué ocurre?

-Emm, necesito decirte algo.

-¿Algo anda mal?

-No, no. No es eso, es solo que hay algo que no te he dicho y creo que y-ya es hora de que lo sepas.

Su rostro muestra preocupación, está intrigado, y habla:
-Bien, dime qué pasa.

-Es... Es que - dudo un momento. Lo tomo del hombro y lo llevo un poco más lejos de los chicos. Echo un vistazo al grupo y Sarah y Caroline no paran de mirarme. Vuelvo mi atención a papá, quien espera a que hable -. Me gustan los chicos - y lo suelto sin más.

Siento como si me haya quitado un saco de papas de encima, incluso creo que mi espalda se endereza.

Sus ojos se abren con sorpresa, pero no se le ve enfadado. Para mi sorpresa, esboza una sonrisa comprensiva y sincera. Respiro aliviado una vez más y sonrío también.

-Oh, vaya. No sé qué decir, pero de más está decirte que me parece muy bien. Siempre y cuando tú estés feliz y a gusto, me parece perfecto y yo también estaré feliz - contesta. Mis ojos se llenan de ese líquido salado que últimamente desprenden con continuidad y lo abrazo -. Venga, no llores, hombre. Te quiero tal y como eres, Josh.

-Gracias, papá - digo en casi un susurro.

-Este chico, Tyler, ¿Te gusta?

Yo rio nervioso y me separo.
-Es... mi novio. Por eso me urgía decirte, no vaya a darte un patatús si nos pillabas desprevenidos.

Vuelvo a reír nervioso y bajo la mirada, él parece haber mal entendido las cosas y solo me da una palmada en la espalda y caminamos donde se encontraban los demás, frente a un carrito de chucherías.

-¡Josh, toma! - Tyler se me acerca rápido y me entrega un algodón de azúcar azul, igual que mi pelo -. Estás muy guapo, ahora - ríe apenado y me pellizca la nariz -. Déjame hacerte una foto - añade, y saca su teléfono.

-Gracias, bonito - le digo -. Tú también estás muy guapo, como siempre - contesto, estrechándolo contra mi pecho y dejando un beso en su sien.

-¡Vamos a la montaña rusa! - grita Ash tomando a Tyler de la mano, arrastrándolo con ella.

el chico del blog {Jøshler}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora