seixanta-tres°

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Varios meses después.

Me encontraba en el salón de casa, concretamente pintando. Ashley había vuelto con nosotros hace tres días después de haber viajado por toda Europa, Sudamericana, Australia y parte de Asia. Tenía una agenda bastante apretada, pero ya su tour había acabado por ahora, así que la tendríamos solo para nosotros por varios meses al menos.

Brendon está de visita, salió con Tyler por unas cervezas y aún no han vuelto, resulta que en su caso, al final arregló las cosas son Sarah y Jenna consiguió una beca para estudiar en el extranjero. El frentón por fin se comprometió a algo, y sí, hablo de matrimonio, mientras que Sarah había conocido a un chico llamado Alex con quién parecía irle de perlas.

Lamentablemente, al menos para mi hermana, Laura falleció estando en el hospital desde el accidente. Estuvo una semana entera en cuidados intensivos y no mejoró en lo absoluto. Al estar sola y no haber dejado testamento alguno, la casa pasó a ser de Abigail pudiendo tenerla legalmente en su mayoría de edad, y entre papá y yo decidimos enterrarla junto a sus padres en el panteón que tenía su familia.

La pequeña ahora se encontraba muy feliz con nosotros, o al menos eso nos dejaba ver. Luego de visitas, interrogatorios, y ajustes con los servicios sociales, logré que se quedara conmigo, aunque aún vienen de vez en cuando. Más bien nos toman por una casa de acogida que como una adopción o custodia como único familiar directo que soy.

Yo siempre trataba de hablar con ella, al principio todos los días iba y me quedaba con ella hasta que se dormía e incluso la he enseñado a tocar un poco la batería y le he comprado una guitarra española, lo que sea por animarla. Le arreglamos uno de los cuartos sobrantes, junto al de Ashley. Ella se la pasaba genial con mi mejor amiga, era como su hermana mayor.

En cuanto al juicio por aquél tipo, todo fue de maravilla. Gracias a las investigaciones descubrimos que había hecho lo mismo con otro chico y lo había intentado con una chica mucho antes de meterse con Tyler, y ahora, con ayuda de un buen abogado por nuestra parte, estaría lo suficiente en la cárcel como para que no se le ocurriera hacer algo así nunca más. Aunque yo hubiera preferido torcerle el cuello de una vez.
Mi novio iba a terapia, ahora nos lo tomamos más profesionalmente, con una psicóloga para que no sea todo tan ajetreado ni se sintiera intimidado, y da la casualidad de que la mujer resultó haber sido novia de mi padre en la secundaria. Una historia de risas.

Se acercaba Navidad y yo quería hacer algo especial. Los padres de Ash vendrían, Kate y papá también, al igual que su molesta hijastra, Brendon y Sarah por igual e incluso Gina y Jacob. Estaríamos todos como una familia. Mi casa se había convertido en la de confianza, la de las reuniones, a la que todos iban por cualquier cosa, habían más salidas y entradas que cuando yo iba al instituto.

Ah, por cierto, Kyle dejó el trabajo en el bar, Manson quiere irse a California definitivamente y está pensando en vender el local, cosa que Jacob y yo ya hemos hablado y estamos planeando comprarlo junto con nuestros ahorros de hace años y un préstamo en el banco, así convertirnos en socios oficialmente.

En unos días era el cumpleaños de Tyler, el segundo que pasabamos juntos. Se preguntarán ¿Por qué diablos pinto en invierno? Pues porque hace frío, y la pintura se seca más rápido, obviamente, aunque depende qué resulta un problema porque si el bote de pintura dura demasiado sin ser removido o tapado, la pintura se seca en cuestión de horas. Bueno, la cosa es que quería pintar el interior de un color que me lleva pidiendo hace siglos, así que aprovecho y lo hago como un regalo para él, aparte de los otros que tengo en la cabeza. Y pues aquí ando, pintando de gris.

🙈

-Josh, para la cena de Navidad qué prefieres, ¿Un menú todo vegetariano? Ya sabes, por la dieta de Bill... O ¿Vegano? - preguntó Ashley.

el chico del blog {Jøshler}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora