Capítulo 3

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La Zona “mierda-santa-eso-es-un-montón-de-rosa” habría sido una mejor descripción.

No sé que estaba esperando que pareciera la  habitación  de  un  vampiro. Quizás montones de negro, un puñado de libros de Camus… oh, y un sensible retrato del único humano que el vampiro había alguna vez amado, quien sin duda
murió de algo bonito y trágico, así condenando al vampiro a una eternidad de estar deprimido y suspirar románticamente.

¿Qué puedo decir? Leo muchos libros.

Pero esta habitación parecía que había sido decorada por el impío hijo ilegítimo de Barbie y la Tarta de Fresa. Era más grande de lo que esperaba, pero todavía pequeña. Había suficiente habitación para dos camas gemelas, dos escritorios, dos cómodas, y un abollado sofá. Las cortinas eran de tela color beige, pero Luhan había enroscado una bufanda color rosa vivo sobre la varilla de las cortinas. Entre los dos escritorios estaba uno de esos viejos biombos, pero incluso esto llevaba el sello de Luhan, cuando la madera había sido pintada de, lo adivinaste: rosa. La parte de arriba del biombo estaba cubierta con luces de navidad rosas. La cama de Luhan estaba cubierta de lo que parecía ser piel de peluche rosa intenso.

Luhan me pillo mirándolo. —Alucinante, ¿verdad?

—Yo… yo no sabía que el rosa existía en ese tono particular.

Poniendo en marcha sus mocasines, Luhan se tiró sobre la cama, derribando dos almohadas delentejuelas  yun  leónde  pelucheraído.—Se  llama“FrambuesaEléctrica”.
—Es el nombre perfecto para él —sonreí mientras tiraba mi maleta sobre la cama, la cual parecía tan simple… bueno, tan simple como yo al lado de Luhan.

—Así que, ¿a tu antiguo compañero de cuarto le gustaba también el rosa?

La cara de Luhan se congeló por una fracción de segundo. Luego la extraña mirada se fue, y estaba apoyándose en la cama para recoger sus almohadas y el león. —No, Holly tan sólo pegaba con las cosas azules que te dan si no traes las tuyas. Traes las tuyas, ¿verdad?

Abrí mi maleta y saqué la esquina de mi colcha verde menta. Luhan miró un poco decepcionado, pero suspiró —Bueno, es mejor que el azul reglamentario. Así que… —se dejó caer a la cama y empezó a pescar alrededor de su mesilla de noche—. ¿Qué te trae a Hex Hall, Lee Kyungsoo?

—¿Hex Hall? —repetí.

—Hecate es una especie de bocado —explicó Luhan—. La mayoría de la gente dice sólo Hex. Además, se siente como que apropiado.

—Oh.

—Así que… ¿qué fue? —preguntó de nuevo—. ¿Hiciste que llovieran ranas, o volviste a algún chico un tritón?

Me eché sobre mi cama, intentando imitar el aire de indiferencia de Luhan, pero resulta que es realmente difícil hacerlo en un colchón desnudo, así que me siento y empiezo a sacar cosas de mi maleta. —Hice un hechizo de amor para una chica de mi clase. Fue mal.

—¿No funcionó?

—Funcionó demasiado bien —le di la versión corta del episodio Kevin/Felicia.

—Maldición —dijo, negando con la cabeza—. Eso es muy fuerte.

—Aparentemente —dije—. Así que eres… ah, eres un vampiro. ¿Cómo pasó exactamente?

Sus ojos no se encontraban con los míos, pero su tono era casual. —De la misma manera que pasa a todo el mundo: conocí a un vampiro, fui mordido. No es realmente tan interesante.

No podía culparlo por no querer compartir su historia entera con alguien a quien sólo conocía desde hace quince minutos.

—Así que tu padre es normal, ¿eh? —preguntó.

Condena [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora