Capítulo 18

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Una semana después, la cosa aún no estaba muy bien. Nadie había oído nada de Chaston, así que Luhan era aún el sospechoso número uno.

Después de la cena, yo estaba en la bodega con Kai de nuevo. Esta era nuestra cuarta vez aquí, y habíamos comenzado a elaborar una especie de rutina. Durante los primeros veinte minutos más o menos sólo trabajábamos en los estantes. La mitad de las cosas que habíamos catalogado la última vez se habían movido tanto que habíamos  dedicado tiempo tratando de arreglarlo. Una vez que estaba hecho hicimos una pausa y hablamos. Nuestra conversación en verdad no había ido más allá de una pequeña charla sobre nuestras familias e insultos de vez en cuando, lo cual no era para  sorprenderse.  Aparte de ser adolescentes, Kai y yo casi no teníamos nada en común. Él había crecido súper rico en una gran casa en la costa de Maine. Yo había vivido con mi padre en todas partes desde la casita en Vermont a un cuarto del hotel Ramada Inn durante seis semanas. Pero aun así me encontré a mí mismo con ganas de nuestras futuras conversaciones. De hecho había empezado a tenerle pavor a los días cuando no tenía trabajo de bodega, que    era casi demasiado patético de contemplar.

Kai se sentó en su lugar habitual en los peldaños mientras yo me hice un espacio en la parte superior del estante M.

Él señaló hacia un montón de tarros vacíos cubierto de polvo en el rincón. Dos de ellos se elevaron en el aire y se retorcieron y contorsionaron hasta que eran latas de refresco. Giró su mano en mi dirección, y una de ellas voló directa a mí. La atrapé, y estaba sorprendido porque estaba helada.

—Estoy impresionado —lo dije en serio, y él asintió con la cabeza en agradecimiento.

—Sí, volver tarros en refresco. Deja al mundo temblando ante mi poder.

—Bueno, al menos demuestra que aún tienes poderes. Me miró con curiosidad.

—¿Qué se supone que significa eso? Mierda.
—Yo… uh, solo… algunas personas dijeron que te marchaste el año pasado porque querías conseguir deshacerte de tus poderes.

Yo había supuesto que él había oído todos esos rumores, pero parecía verdaderamente sorprendido.

—Así que es lo que todos piensan. Huh.

—Ellos saben que no lo hiciste —contesté a toda prisa—. Muchas personas vieron que tiraste a Justin el primer día.

Una sonrisa jugó alrededor de las comisuras de su boca. Me miró.

—Perro malo.

Puse los ojos en blanco, pero no pude controlarme y le devolví la sonrisa.

—Cállate. Entonces, ¿dónde fuiste?

Se encogió de hombros y descansó sus codos en sus rodillas.

—Sólo necesitaba un descanso. Esto no es algo inaudito. El Concejo actúa como si nunca dejaran salir a nadie de Hecate, pero te dan permiso de ausentarte si se lo pides. Supongo que se imaginaron que lo necesitaba, especialmente después de lo de Holly.

—Bien —dije, pero la mención de Holly me había hecho pensar en Chaston nuevamente, sus padres habían llegado por ella un día después de su ataque. Estuvieron en la oficina de la señora Casnoff durante más de dos horas antes de que la señora Casnoff viniera a buscar a Luhan.

Cuando Luhan había regresado a su cuarto, no dijo una palabra, sólo fue a echarse en su cama y miró fijamente el techo.

El repentino cambio en mi humor debió de haberse reflejado en mi cara, porque Kai me preguntó:

—¿Luhan, está bien? Noté que no estaba en la cena de esta noche. Suspiré y me recliné hacia atrás

—No está bien —le dije—. No va a clases o a las comidas. Apenas se levanta de la cama. No sé qué le dijeron en esa reunión, pero el hecho de que lo llamaron allí parece demostrar su culpabilidad a todo el mundo.

Condena [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora