Capítulo 19

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Para los primeros días de Octubre, Chaston había enviado testimonio escrito al Consejo, diciendo que no podía recordar nada sobre el ataque, así que a Luhan se le permitió quedarse. Yo había pensado que esas noticias harían algo para remover las sombras de debajo de sus ojos, pero no lo hicieron. El apenas le hablaba a alguien aparte de mí, y ni siquiera entonces sonreía, y nunca se reía.

Por mi parte, empecé a sentir como si en realidad estuviera acostumbrándome al estilo de vida en Hecate. Mis clases estaban saliendo bien. Elodie y Anna habían estado como distraídas después de lo de Chaston y habían perdido su impulso sádico de torturarme. En vez de eso ellas me ignoraban. Pero para la mitad de Octubre ya estaban normales, lo que para ellas significaba hacer apuntes desagradables y hablar sobre ropa.

Evité problemas con la Vandy aunque hubiera hecho a Kai mi compañero permanente de Defensa, probablemente con esperanza de que inadvertidamente me matara. Pero incluso eso no estaba saliendo tan mal, aunque ser forzado a pasar la mayoría de mi tiempo en gran proximidad a él era su propio tipo de tortura.

De hecho, entre más tiempo pasábamos catalogando en la bodega o bloqueando los golpes del otro en defensa, sospechaba que mi enamoramiento podría estarse profundizando en algo más, algo a lo que no le quería poner nombre. No era sólo que estaba bueno —aunque, créanme, era una gran parte de eso— era la manera en que pasaba sus dedos por su cabello. La manera en que me miraba como si en realidad estuviera interesado en hablar. La manera en que sus ojos se levantaban cuando se reía de mis chistes. Demonios, el hecho de que se riera de mis chistes.

Y entre más lo conocía, más equivocado parecía que estuviera saliendo con Elodie. Él había jurado que había más de Elodie de lo que veíamos a simple vista, pero en los dos meses que había estado en Hecate, prácticamente las únicas cosas sobre las que la había escuchado hablar era acerca de hechizos para hacer su cabello más brillante o cómo desaparecer las pecas. Ella me había mirado cuando había mencionado esa. Incluso su ensayo para la clase de Lord Byron era acerca de la “Belleza Física Mejorada Gracias al Poder de Bruja”, supuestamente porque le daba un acceso más fácil a los humanos. Era ridículo. Ahora,sentado detrás de ella en la clase de Evolución Mágica de la Señorita East, no podía evitar poner mis ojos en blanco mientras charlaba con Anna acerca del vestido que estaba planeando en conjurar para la víspera de Hallows’Eve Ball en dos semanas.

—La mayoría de las personas piensan que las pelirrojas no pueden usar rosado— estaba diciendo—, pero depende totalmente del grado del rosado. Ni rosado claro ni rosado oscuro trabajan mejor. Y un fucsia, por supuesto, es de baja categoría.

Esto último había sido dicho en una voz más alta para el beneficio de Luhan. El estaba sentado al lado mío, e incluso cuando pretendía ignorarlas, vi sus dedos deslizarse hasta su prenda de color rosa unos minutos después.

Le di un codazo en el brazo. —No las escuches. Son unas perras totales.

—¿Disculpa, Señorito Lee?

Mire a la Srta. East parada frente a mi escritorio, con una mano en su cintura. La Srta. East parecía como si fuera una de las maestras más agradables en Hecate. Luhan y yo bromeábamos privadamente era como una dominatriz-a-la-moda. Era muy delgada y siempre lucía su cabello marrón oscuro en un moño apretado hacia atrás. El factor de su vestuario todo de negro y con tacones, y parecía como si pudiera fácilmente estar recorriendo las pasarelas en París. Pero como todos los profesores en Hecate, la Srta. East parecía haber nacido con la glándula del sentido del humor completamente ausente.

Le sonreí débilmente y le dije. —Um… ¿Son unas completas brujas? ¿En esta clase?

La clase explotó en risitas excepto por Elodie y Anna, que probablemente habían adivinado lo que yo había dicho, y me estaban mirando.

Condena [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora