Capítulo 16

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Noté las diminutas heridas puntudas justo debajo de su mandíbula, y unos cortes más crueles y largos en sus dos muñecas, que estaban goteando sangre en el piso.

Sin siquiera pensarlo, me apresuré a su lado, murmurando un hechizo de curación. No era uno muy bueno, yo sabía. Lo máximo que había logrado hacer era sanar una raspadura en la rodilla, pero pensé que valía la pena intentarlo. Mientras miraba, los pequeños agujeros en su cuello parecían plegarse ligeramente, sólo para ceder y abrirse
nuevamente. Hice un sonido como un sollozo. Dios, ¿Por qué es tan jodida la magia?

Los ojos de Chaston revolotearon por un momento, luego abrió su boca como si estuviera tratando de decir algo.

Corrí hacia la puerta. -¡Srta. Casnoff! ¡Alguien! ¡Ayuda! Varias cabezas aparecieron en las puertas.
-Oh Dios -escuché a alguien lloriquear-. No de nuevo.

La Srta. Casnoff apareció en la cima de las escaleras en una túnica, su cabello trenzado caía por su espalda. Tan pronto como vio donde estaba, su rostro palideció. Y por alguna razón, ver su rostro tan asustado fue lo que me quebró. Mis rodillas comenzaron a temblar y sentí que mi garganta se estrechaba por las lágrimas. -Es... es Chaston -me las arreglé para decirlo-. Ella... hay sangre...

La Srta. Casnoff me agarró y miró hacia el baño. Sus manos se apretaron sobre mis hombros. Se reclinó miro hacia mi rostro. -Kyungsoo, necesito que traigas a Cal tan pronto como puedas. ¿Sabes dónde está su domicilio?

Mi cerebro se sentía como un huevo revuelto, como en esos comerciales de droga viejos. -
¿El jardinero? -pregunté estúpidamente. ¿Qué quería la Señorita Casnoff con él? ¿Acaso era un ME3 o algo?

*3 Médico de Emergencia.

La Srta. Casnoff asintió, su agarré todavía estaba firme sobre mis hombros. -Sí, Cal -ella repitió-. Vive al lado del estanque. Tráelo y dile lo que pasó.

Me giré y corrí por las escaleras. Mientras corría, vi a Luhan saliendo de nuestra habitación. Pensé que lo había escuchado diciendo mi nombre, pero luego ya estaba en la puerta frontal y hacia la noche.

Incluso aunque el día había sido cálido, ahora estaba lo suficientemente frío como para hacer que en mis brazos se me pusiera la piel de gallina. La única luz venía de la escuela detrás de mí, aquellas ventanas gigantes formando rectángulos incluso más grandes de luz en el césped. Sabiendo que el estanque estaba a mí izquierda, giré hacia allí y seguí corriendo, el aire fresco iba y venía por mis pulmones como cuchillos. Sólo pude distinguir una forma abultada y en realidad, en realidad, esperaba que fuera la casa de Cal, y no una choza de almacenamiento o algo. Incluso aunque estuviera tratando de apartar el pánico, todo lo que podía ver era a Chaston sangrando hasta la muerte en esos cuadros a blanco y negro.

Mientras me acercaba, vi que era definitivamente una casa. Podía escuchar una música tenue que venía de adentro, y allí había un poco de luz en la ventana.

Por ahora estaba respirando tan fuerte que no estaba seguro de si sería capaz de pronunciar alguna palabra.

Sólo tuve que golpear en la puerta por tres segundos antes de que estuviera abierta, y Cal estuviera parado frente a mí.

Asumí que sería viejo y corpulento con un estilo de caprichoso, así que me sorprendí bastante cuando me encontré al frente de ese deportista de alto voltaje que había visto el primer día, el que yo pensé que sería el hermano mayor de alguien. Él no podría tener más de diecinueve, y su única concesión era una franela y su vaga expresión de molestia.

-Los estudiantes no están permitidos... -comenzó a decir, pero lo corté.

-La Srta. Casnoff me envió a buscarle. Es Chaston. Esta herida.

Condena [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora