Cuando te dicen que alguien ha sido asesinado, reírse no es precisamente la mejor respuesta.
Ahora lo sabes para futuras referencias. Pero reír fue exactamente lo que hice.
—¿Luhan? ¿Luhan, la mató? ¿Con qué lo hizo, ahogándola con su brillo rosa o algo así?
—¿Crees que esto es divertido? —preguntó Anna con una leve mueca.
Chaston y Elodie me miraban, y supuse que mi temporal estadía como miembro de su club estaba a punto de ser revocada.
—Bueno, sí, algo así. Quiero decir… —corregí rápidamente, un humo aterrador podría empezar a salir literalmente de los oídos de Elodie.
—No que alguien haya muerto. Eso es horrible, porque… tú sabes, la muerte…
—Sí, lo sabemos. Ew —dijo Elodie, poniendo los ojos en blanco.
—Pero la idea de que Luhan pueda matar a alguien es solo... graciosa —termine sin mucha convicción. De nuevo con la mirada de tres vías. En serio, ¿ellas la practicaban frente al espejo?
—El es un vampiro —insistió Chaston—. ¿Puedes pensar en alguna otra forma de que Holly terminara con dos orificios en el cuello?
Las tres se habían reunido alrededor de mí ahora, como si estuviéramos en una conferencia. Afuera, el sol de la tarde había desaparecido por fin, detrás de pesadas nubes, haciendo que la habitación se sintiera aún más sombría y claustrofóbica.
Rayos empezaron a retumbar, y yo podía oler ese débil aroma metálico que siempre viene antes de una tormenta.
—Cuando Holly empezó hace dos años, formamos un aquelarre —Anna comenzó—. Cuatro de nosotras, éramos las únicas brujas oscuras aquí y se necesitan cuatro personas para un aquelarre muy fuerte, por lo que parecía natural que nos hiciéramos amigas. Pero entonces Luhan apareció a principios del año pasado y el y Holly se hicieron compañeros de habitación.
—La siguiente cosa que supimos —intervino Chaston—, fue que Holly no se iba a juntar más con nosotras. Ella empezó a pasar todo su tiempo con Luhan, dejándonos fuera totalmente. Cuando le preguntamos por qué, lo único que podía decir es que Luhan era divertido.
—Más divertido que nosotras.
Me dedico una mirada que decía claramente que nadie es más divertido que ellas tres.
—Wow —le dije con voz débil.
—Entonces un día de marzo, encontré a Holly llorando en la biblioteca —dijo Elodie—. Lo único que me dijo fue que se trataba de Luhan, pero no me dijo nada más.
—Dos días más tarde, Holly estaba muerta —dijo Chaston, con su voz oscura y sombría. Esperé a que otro trueno sonara, pensando sin duda que eso tenía que seguir el protocolo de una cosa así. Sin embargo, lo único que se oía era el suave tintineo de la lluvia.
—La encontraron en el baño de arriba —la voz de Elodie era casi un susurro—. Ella estaba en una tina, con dos orificios en el cuello, y casi sin sangre en el cuerpo.
Por ahora mi estómago estaba en algún lugar al sur de mis rodillas, y yo podía realmente sentir mi corazón, golpeteando en mis oídos. No es de extrañar que Luhan se haya asustado cuando yo mencione a su compañera de habitación.
—Eso es horrible.
—Sí. Lo fue —Chaston asintió con la cabeza.
—Pero...
—Pero, ¿Qué? —Elodie entornó los ojos.
—Si todo el mundo está tan seguro de que era Luhan, ¿Por qué sigue aquí? ¿El concejo no lo habría estacado o algo así?
—Ellos hicieron que enviaran a alguien —dijo Chaston, acomodando su cabello detrás de la oreja—. Pero el hombre dijo que las heridas de Holly no pudieron haber sido hechas por colmillos, eran demasiado… limpias.
Tragué saliva. —¿Limpias?
—Los vampiros son demasiado descuidados a la hora de alimentarse —dijo Anna.
Traté de mantener realmente muy dura mi cara en blanco cuando le dije: —Bueno, si el Consejo dijo que no era Luhan, entonces no era el. Es bastante seguro que esos tipos no permitirían que un vampiro lleno de rabia fuera a la escuela con los niños prodigio.
Elodie fue la única de las tres que se encontró con mis ojos.
—El Consejo se equivoca—dijo rotundamente—. Holly estaba viviendo con un vampiro y fue asesinada por alguien que dreno su sangre a través del cuello. ¿Qué más puede haber pasado?
Chaston y Anna todavía no me miraban. Algo estaba definitivamente fuera de lugar aquí. Yo no estaba seguro de por qué estas chicas estaban tan decididas a hacerme creer que Luhan era un asesino, pero yo, no se los estaba comprando. Además, la última cosa que quería hacer en mi primer día era conseguir verme envuelto en algún tipo de guerra “brujas/vampiros”.
—Miren, todavía tengo que desempacar algunas cosas —empecé a decir, pero Anna decidió cambiar de táctica.
—Olvídate del vampiro por un segundo, Kyungsoo. Escúchanos —su voz se deslizó a un gemido—. Realmente necesitamos un cuarto para nuestro aquelarre.
—Sí —agregó Chaston—. Y podríamos enseñarte mucho sobre ser un brujo oscuro. No te ofendas, pero parece que podrías necesitar la ayuda.
—Voy a, uh, pensar en ello, ¿de acuerdo?
Gire para salir, pero la puerta se cerró de golpe a centímetros de mi cara.
De repente un viento parecía soplar a través de la habitación y las fotos de las paredes se sacudieron. Cuando me di la vuelta hacia las chicas, las tres estaban sonriéndome, con el pelo ondeando alrededor de sus rostros como si estuvieran bajo el agua. La única lámpara en la sala tintineó y se apagó. Yo solo podía apreciar los trazos plateados que pasaban debajo de la piel de las chicas, como el mercurio. Incluso sus ojos brillaban. Comenzaron a levitar, la punta de sus mocasines Hecateissue apenas rozaban la alfombra. Ahora no eran
las reinas de bienvenida o supermodelos, eran brujas, y muy peligrosas en eso. Incluso mientras luchaba contra el impulso de caer de rodillas y poner mis manos sobre mi cabeza, me preguntaba, ¿Es esto lo que soy capaz de hacer? Si no hubiera estado ocupada haciendo “putos hechizos” como con Felicia, ¿me habría visto como esto, mi piel iluminada con plata y los ojos en llamas? El poder que sentía surgir a través de ellas me hacía sentir como si estuviera en la habitación con un tornado, como si yo estuviera a punto de ser expulsado por las ventanas de aquel muro y a caer en ese estanque lleno de espuma. Así como estaban las cosas, la energía era suficiente para que el vidrio de las tres fotografías estallase. Un pedazo de vidrio cortó mi brazo pero apenas lo sentí.
Entonces, tan rápidamente como había empezado, se calmó el viento y las fotografías dejaron de moverse. Las tres chicas, delante de mí ya no parecían diosas, ya eran normales, las despampanantes adolescentes de nuevo.
—¿Ves? —Anna dijo con entusiasmo—. Eso es lo que podemos hacer sólo tres, Imagina lo que podríamos lograr con cuatro.
Yo las miraba. ¿Eso había sido su argumento de venta? ¡Mira! ¡Damos realmente miedo!
¡Ven, se aterrador también!
—Wow —dije finalmente—. Eso fue... Sip. Realmente algo.
—¿Así que estás dentro? —preguntó Chaston.
Ella y Anna seguían sonriéndome, pero Elodie estaba viendo hacia otro lado, aburrida.
—¿Puedo volver a ti? —pregunté.
Las sonrisas de Chaston y Anna desaparecieron. —Te dije que sí —dijo Elodie. Y luego, como si de pronto dejara de existir, se marcharon.
Me desplomé en uno de los sillones, mi barbilla recargada sobre mis rodillas, mirando cómo la lluvia se calmaba. Ahí es donde Luhan me encontró casi una hora más tarde, justo después de la cena sonó la campana.
—¿Kyungsoo? —preguntó, asomando la cabeza por la puerta.
—Hey —intenté una sonrisa.
Que debió haber sido bastante patética, porque de inmediato Luhan frunció el ceño.
—¿Qué sucede? —pero antes de que pudiera explicar acerca de las Brujas de Clinique, Luhan se apresuro, sus palabras viniendo tan rápido que prácticamente pude verlas salir de su boca.
—Mira, siento lo que sucedió antes. Nada de eso era de mi incumbencia.
—No, no —le dije, poniéndome de pie—. Luhan, no eres tú. En serio. Estamos bien.
El alivio se apoderó de su rostro. Entonces el miró hacia abajo. Sucedió tan rápidamente que no podía estar seguro, pero me pareció ver que sus ojos se oscurecían por una fracción de segundo. Miré mi brazo y vi el corte donde me había golpeado el cristal roto.
De acuerdo. Me había olvidado de eso. Era más serio de lo que esperaba. Ahora, que miraba hacia abajo, pude ver manchas de mi propia sangre ensuciando la alfombra. Miré a Luhan, que evidentemente estaba tratando de no mirar a mi brazo. Una incómoda sensación de hormigueo subió por mi nuca.
—Ah, eso —dije, cubriendo mi herida—. Sí, yo estaba mirando las fotos y un par de ellas se cayeron. El cristal se rompió y me corté. Soy realmente torpe.
Pero Luhan ya se había girado hacia la pared para ver que ninguna de las fotos se había caído, que sólo tres de ellas tenían el cristal roto. —Déjame adivinar —dijo el en voz baja—. Tuviste un encuentro con la Trinidad.
—¿Quién? —dije, sin convicción, con una risa forzada—. Yo ni siquiera sé...
—Elodie, Anna, y Chaston. Y el hecho de que no me lo quieras contar quiere decir que ellas debieron contarte sobre Luhan.
Genial. ¿Mi única oportunidad de amistad estaba destinada a ser un fracaso?
—Luhan —empecé, pero ahora era su turno para cerrarme el pico.
—¿Te dijeron que yo mate a Holly?
Cuando yo no respondí, hizo ese sonido que creo que se suponía que era una risa sarcástica, pero estaba conteniendo las lágrimas.
—Sí, porque soy un monstruo que no se puede controlar a sí mismo y que debió comerse a su… su mejor amiga —las esquinas de su boca habían empezado a temblar un poco—. Ellas son las que están en las cosas realmente oscuras, pero yo soy el monstruo —continuó.
—¿Qué quieres decir?
El me miró por un segundo antes de girar de nuevo.
—Yo, no lo sé —murmuró—. Sólo algunas cosas que dijo Holly, una especie de hechizo que estaban tratando de hacer para conseguir más poder o algo así.
Yo pensaba en ellas levitando sobre la alfombra, la piel refulgente. Todas las “cosas” que había intentado, habían funcionado claramente.
Luhan comenzó resoplar. Sentí pena por el, pero no podía dejar de pensar acerca de esa mirada que había visto en su cara antes.
Era el hambre.
Empujé la idea lejos de mi mente y me acerque más a ella. —A la mierda con ellas —salvo que yo no quería decir “mierda”. Pero hay ciertos momentos en los cuales sólo las malas palabras funcionan, y este era uno de ellos. Luhan tenía los ojos enormes, y el alivio fluyó a través de ellos.
—Malditas sean —el estuvo de acuerdo con una inclinación de cabeza tan enérgica que ambos estallamos en risas.
Cuando nos dirigíamos al comedor, mire a Luhan, que estaba balbuceando sobre cómo de impresionante estaba el pie de nuez. Pensé en las tres chicas, lo equivocadas que habían estado; no había forma de que Luhan pudiera dañar a alguien. Pero mientras me reía de sus descripciones entusiastas del pie, sentí un pequeño escalofrío en la base de mi columna vertebral, pensé en sus ojos cuando vieron mis gotas de sangre derramarse en la alfombra.
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Condena [Kaisoo]
FantasiBrujas, vampiros, magos... bienvenidos a la secundaria de los fenómenos. Hace tres años, Kyungsoo descubrió que era un brujo. Lo que lo ha metido en algunos enredos. Su no dotado papá le ha brindado soporte tanto como ha podido, consultando al leja...