Capítulo 22

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De acuerdo, ¿por qué querría eso? —pregunté con una pequeña risa—. No sé nada sobre prodigio, y soy un mal brujo.

El viento sopló mi  cabello, moviéndonos en todas direcciones

De repente  vi a Alice chasquear su mano hacia mí. Mi cabello se fue hacia atrás de mi rostro.

—Kyungsoo —dijo Alice, en el tono que usaba para aplacar el berrinche de un niño pequeño—. Tú sólo piensas que eres malo.

La palabra “malo” sonaba ridículamente con clase en el acento de Alice, y tuve que sonreír un poco. Imagino que ella vio eso como una buena señal, porque tomó mi mano. Su piel era suave y fría al tacto.

—Kyungsoo —dijo en una voz más suave—. Eres increíblemente poderoso. Sólo estás en desventaja porque fuiste criado por una humana. Con el entrenamiento adecuado y un poco de guía, podrías poner a esas  chicas… ¿cómo es que tu amigo mestizo las llama? ¿Las Brujas de Noxema?

—Luhan no es mestizo —dije rápidamente, pero ella me ignoró.

—Puedes ser mucho más poderoso que cualquiera de ellas. Y puedo mostrarte cómo.

—Pero, ¿por qué? —pregunté.

Ella sonrió en esa manera enigmática de nuevo y me dio unas palmaditas en el brazo. Incluso aunque Alice había muerto a los dieciocho, lo que la hacía tan sólo dos años mayor que yo, había algo bastante como de abuela en su tacto. Y después de toda una vida de tener sólo a mi papá como familia, se sentía agradable.

—Porque eres de mi sangre —ella respondió—. Porque mereces ser mejor. Porque mereces convertirte en lo que estás destinado.

No sabía qué decir a eso. ¿Ser cabeza del Consejo era lo que tenía que ser? Pensé en esa fantasía que había tenido de tener una de esas librerías de Nueva Era, leer las palmas de la mano y usar una gran túnica púrpura. Eso parecía bastante lejano ahora, y honestamente, un poco estúpido.

Y luego pensé en Elodie, Chaston y Anna brillando y levitando en la librería. Ellas habían lucido como diosas, e incluso aunque había estado asustada, las había envidiado. ¿Era en verdad posible que pudiera ser mejor que ellas?

Alice se rió. —Oh, serás mucho mejor que esas chicas. Excelente, ella podía leer mi mente.
—Vamos, no nos queda mucho tiempo.

Caminamos por el cementerio hacia un claro en el interior entre un anillo de robles. —Aquí es donde nos encontraremos —dijo Alice—. Aquí es donde te entrenaré para que seas el brujo que deberías ser.

—Sabes que tengo clases, ¿no? No puedo estar despierta toda la noche.

Alice alcanzó su cuello y se quitó un collar que llevaba. Sus manos brillaban con una luz más brillante que el orbe que todavía flotaba encima de nosotras. Luego la luz se fue abruptamente y ella me entregó el collar. Era casi caliente al tacto. Sólo una simple cadena de plata con un pendiente cuadrado del tamaño de una estampilla de correo. En el centro había una piedra negra con forma de lágrima.

—Toma. Reliquia de la familia —ella dijo—. Mientras estés usando esto, nunca te sentirás cansado.

Miré el collar con apreciación. —¿Aprenderé ese hechizo?

Y por primera vez, Alice sonrió con una sonrisa real. Una que iluminó todo su rostro e hizo sus rastros aún más hermosos.

Ella se reclinó y tomó mis dos manos en las suyas, acercándome hasta que nuestros rostros estuvieron a tan sólo unos centímetros. —Todo eso y más —ella susurró. Y cuando estalló en risitas, me encontré a mí mismo riendo también.

Condena [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora