—Brooklyn Tanner —me incorporo rápidamente del asiento al escuchar que la secretaria del jefe del hospital me nombra acercándome a su escritorio.
—Disculpe, el señor Zhang no puede atenderle en este momento, pero... —va a decir, pero la interrumpo siendo lo más amable posible a pesar de su gesto de desagrado.
—Amada —digo su nombre al hacer visto anteriormente vi su gafete —dígale al señor Zhang que si no le recibe llamaré al colegio de cirujanos y él perderá su licencia por incomparecencia, así que haga lo que tiene que hacer para que él me reciba por el bien de todos —soy severo teniendo la cortesía de señalar el teléfono que acaba de usar y a ella no le queda más que hacer lo que le pido usando palabras muy audaces para que su jefe para me reciba.
—Puede pasar —me indica de la misma forma y yo le agradezco antes de dirigir mis pasos a la oficina, giro suave el pomo a la derecha y al entrar me encuentro con un hombre asiático de espaldas revisando unas tomografías en una gran pantalla táctil.
Él es bastante joven para ser el jefe del hospital e incluso creo que debe ser unos años mayor que yo.
—Buenas tardes, ¿Pidió usted verme?—pregunta con una actitud un tanto molesta.
—Buenas tardes, así es —digo mientras observo rápidamente las tomografías—, soy Brooklyn Tanner y si no le molesta me gustaría tener una charla con usted, y debo decir ese... Un glioblastoma multiforme muy peculiar —mis palabras han conseguido llamar su total atención y luce muy sorprendido al verme.
—Hola —esboza una bella sonrisa al saludar y yo me limito a sonreír con timidez porque acabo de amenazar con quitarle su licencia médica a un hombre muy guapo—, Hhm, soy Tyron Zhang —se presenta dejando lo que está haciendo para saludarme con un apretón de manos.
—Mucho gusto —soy amable.
— ¿Ella sigue con vida? —le pregunto antes de que diga algo más haciendo referencia a las tomografías de una chica en la pantalla.
—No, falleció —suspira con pesadez—, nuestro mejor Neurocirujano no pudo hacer mucho por ella, siento que hay algo que estoy pasando por alto, pero aún no lo he encontrado —se explica de una forma un tanto acelerada, es muy dulce.
— ¿Revisaste los pre y post operatorio?¿Te fíjate si en la cirugía hubo complicaciones? ¿Algún imprevisto? —lo empiezo a bombardear con preguntas y él asiente sin ninguna duda.
—Todo estaba bien, pero ella no sobrevivió sin ningún precedente —expone sin poder ocultar su fastidio por ello en específico.
— ¿Puedo? —me tomo el atrevimiento de pedirle ver los documentos y se lo piensa un momento antes dejarme acercar a su escritorio en donde me pongo a leer los pre y post operatorio, las notas de las enfermeras, el anestesiólogo y hasta del mismo neurocirujano.
Esto me toma unos pocos minutos, luego me pongo a visualizar ambas tomografías de antes y después de la cirugía llegando una conclusión que muchas veces a mi Papá y a los doctores en general les cuesta aceptar.
— ¿Qué dices? —cuestiona arrastrando las palabras a propósito preparándose para escuchar otro regaño de mi parte, pero eso no es algo que vaya a repetir.
—Hay pacientes que simplemente no despiertan —inhalo con fuerza y suspira—, no hubo complicaciones, ella estaba asustada y sólo pensaba en lo mucho que quería vivir. Quería vivir sin los dolores de cabeza, náuseas, vómitos y las convulsiones que le provocaba ese tumor cancerígeno en su cerebro entonces se sometió a una impecable cirugía de la cual no despertó, pero se hizo todo lo que estaba a su alcance —expongo mi punto de vista con un tono de voz sereno después de haber meditado las posibles complicaciones por un breve instante, sin embargo, no hay nada que indique tal cosa.
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Perdido en ti© [En Edición]
RomanceUn hombre joven con grandes aspiraciones en su carrera como médico sufre un trauma que lleva al colegio de médicos decidir que él ya no es competente, obligando al joven Tanner a darle un enorme giro a su vida la cual se había venido abajo tras dich...