— ¿Wyatt? —le nombro dándole dos toques la puerta entonces en ese momento se escucha un estruendo dentro del departamento y seguido de eso le escucho maldecir, seguro de tropezó con algo.
— ¿Estás bien? —se lo pregunto en voz alta, pero no recibo respuesta alguna.
—Un segundo —pide con un tono voz que me indica que le debió doler mucho lo que sea que le haya pasado.
— ¿Necesitas una ambulancia? —pregunto, pero luego escucho como se acerca a la puerta y la abre dejándome ver que se acababa de levantar, seguro olvidó que vendría a visitarlo.
—Si, lo sé y lo siento... Soy un desastre andante —se disculpa muy apenado entonces llevo mis manos a su rostro y él se hace el dormido haciéndome reír.
—No has dormido mucho ¿verdad? —niega llevando sus manos a mis hombros haciendo un gesto muy dulce.
—La Universidad intenta matarme, está absorbiendo mi vida —se queja dando un suspiro.
—Si, pero pronto vas a graduarte y todo será más sencillo —le animo dándole un abrazo el cual responde privando a pies de la seguridad del suelo por un momento.
—No sé qué haré para vivir cuando te vayas —expone dolido por ello.
—Tonto, no me necesitas para vivir —le digo acariciando sutilmente su cabello.
—Llévame contigo para que después diga que me secuestró el hermoso chico de ojos azul violeta —pide, pero yo niego con desaprobación disfrutando un poco más de su abrazo para luego alejarme un poco.
—No puedo —digo dando un suspiro.
—Esto terminó ¿verdad? —pregunta con desánimo.
—Fue divertido pero el Tío Charles ya reservó todo para irme y no es justo dejarte atado a mi cuando ya no estaré aquí contigo —argumento y él asiente al entender apretando un poco mis manos entre las suyas.
— ¿Te quedas conmigo? Aunque sea hoy —pide con un semblante muy serio, pero sé que esto le afecta más de lo que puede demostrar.
—Si, está bien —acepto con una pequeña sonrisa así que él se hace a un lado para dejarme pasar y cierra la puerta cuando llegué a la sala de estar de su departamento que es un desastre.
—No mires esta horrible —me cubre los ojos de una forma muy infantil.
— ¡Oye! —me quejo.
—Cierra los ojos —pide con un tono de súplica entonces le hago caso y él retira sus manos de mi rostro cuando se cerciora que no esté viendo.
— ¿Qué pasó con la muchacha del aseo? —pregunto con curiosidad.
—La despedí, me acosaba —expone con un tono burlón haciéndome reír.
—Pobrecillo —me burlo entonces en un rápido movimiento me carga para llevarme a su habitación y dejarme sobre su cama con una enorme sonrisa plasmada en su rostro.
—Solamente tú me puedes acosar —dice dando un suspiro muy cerca de mi rostro.
—Yo nunca te acosé —argumento separando mis párpados para ver que está sobre mí apoyado de sus brazos y piernas.
—Si fui yo quien no podía dejar de mirar al hermoso chico de ojos azul violeta —admite dejándose caer a mi lado entonces me incorporo un poco para quitarme los zapatos y mi abrigo.
—Ven aquí —pide entre un bostezo.
—Duerme, yo estaré aquí cuando despiertes —le aseguro de una forma muy especial acomodando mi existencia enfrente suyo.
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Perdido en ti© [En Edición]
RomanceUn hombre joven con grandes aspiraciones en su carrera como médico sufre un trauma que lleva al colegio de médicos decidir que él ya no es competente, obligando al joven Tanner a darle un enorme giro a su vida la cual se había venido abajo tras dich...