Capítulo 5. Mi primer día [✅]

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—Eres impresionante —admite Evan viéndose sorprendido.

—Gracias, intento no alardear sobre ello —digo haciéndole un guiño a Tío Charles quién niega con desaprobación, pero luego se ríe.

—Déjalo así, es muy difícil razonar con Lucifer cuando le miras a los cuernos —expone una frase un poco rara, pero me hace reír por la ironía de la situación.

—Háblame sobre ti en un plano más personal —pide Evan.

—Me gusta el helado de choco menta —bromeo.

—Algo más —insiste en pregunta y ya veo por donde va esto.

—Después del incidente en el hospital desarrollé claustrofobia, les temía a las motocicletas hasta que conocí mi primo, tengo memoria fotográfica que a veces creo que es una maldición y cuando tenía 17 fui modelo para revista Glamour, debo admitir que fue divertido posar con poca ropa, aunque mis padres no les gustaba mucho la idea —expongo con un tono burlón por lo último.

— ¿Incidente del hospital? —inquiere Tío Charles.

—Así es... ¿Papá no te lo contó? —niega con un semblante serio ante mi pregunta.

—Te lo contaré después ¿sí? —asiente relajándose un poco porque la sola idea de que algo me pasó le molesta.

— ¿Qué tan buena es tu memoria fotográfica? —Evan me pregunta con curiosidad.

—Te puedo decir toda la tabla periódica —mi respuesta lo deja muy sorprendido.

—A ver —me reta.

—Hidrógeno, Helio, Litio, Berilio, Boro, Carbono, Nitrógeno, Oxígeno... —voy a decir, pero me interrumpe con una pequeña sonrisa plasmada en su rostro.

—Te creo, te creo —se ríe.

— ¿Décimo sexto presidente de los Estados Unidos? —pregunta de la nada.

—Abraham Lincoln —respondo con una sonrisa de superioridad en mi rostro.

— ¿Qué perfil profesional buscarías para nuestra empresa? —Tío Charles me hace una pregunta acorde al trabajo.

—Primero, buscaría personas proactivas usando rangos de edad más justos de los que se usan actualmente en el mercado laboral tomando en cuenta que los estudios académicos más que la experiencia porque es muy bueno tener conocimientos previos, pero también se valoran los deseos de aprender. Verán los nervios, la falta de inteligencia emocional y desconfianza son tecnicismos que se pueden superar porque al final nadie mejora en su zona de confort por ello daré unas charlas antes de las entrevistas para aligerar el ambiente —expongo con tal naturalidad que los dejo muy impresionados.

—Excelente —me felicita Tío Charles.

—Hay algo que no entiendo —menciona Evan un poco confundido.

— ¿Ajá? —cuestiono con un ápice de diversión.

—Si tienes 22 años ¿Cómo pudiste estudiar otra carrera además de medicina? —pregunta con cierta desconfianza.

—Me gradué del Instituto a los 15 años gracias a mis padres quienes notaron que yo aprendía a un ritmo más rápido que los demás, estudié medicina que eso duró cuatro años, estuve como un año en mi internado y después del incidente usé toda esa frustración para estudiar administración de recursos humanos bisexual, digo bilingüe —digo haciendo una pequeña broma al final que les da mucha gracia.

— ¿A que se dedican tus padres? —pregunta Evan con curiosidad.

—Papá es cirujano general y Mamá es abogada independiente que asesora empresas multinacionales —respondo y en ese momento tocan a la puerta.

Perdido en ti© [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora