Hoy es un sábado en la mañana, si mi primer día de trabajo fue un viernes, pero creo que lo aproveché bien. Ahora estoy en mi cama hace unos minutos desperté gracias a la hermosa claridad de un fresco amanecer así que fui al cuarto del baño de mi habitación para cepillar mis dientes y regresar a la cama, me encanta este lugar.
—Mi niño —me llama Tía Amelia dándole dos toques a la puerta de mi habitación.
—Adelante —digo entre un bostezo.
— ¿Aún estás cansado? —se preocupa al verme en la cama entonces me incorporo un poco para sentarme y ella lo hace a mi lado para acomodar mis mechones pelirrojos que me cubren el rostro.
—Duermes semi desnudo ¿Acaso no te da frío? —niego divertido ante su suposición.
—Mira son tan blanco como las sábanas —bromeo comprado la piel de mi abdomen con la sábana haciéndole reír.
—No hemos tenido mucho tiempo para compartir contigo solo con Rory quién debo recalcar que le está buscando cuatro patas al gato con tus primas —menciona un poco molesta por ello.
—Déjalo es inofensivo y es un buen chico —se lo aseguro y ella asiente no muy concedida de ello.
— ¿Puedo preguntarte algo muy personal? —pide y yo asiento sin ninguna duda.
— ¿Qué eres? —pasa saliva por su garganta.
—Soy un hombre a quién me gustan los hombres —respondo para que me entienda—, no me malinterpretes adoro las mujeres, pero no creo que sea capaz de amar a una —agrego dejándola un poco pensativa.
— ¿Qué piensan tus padres de ello? —pregunta con curiosidad.
—Al principio fue difícil, pero luego supongo que lo entendieron porque al final ellos sólo quieren que sea feliz —doy su suspiro de frustración al decir lo primero, pero luego me muestro un poco más anuente al responder.
—Bueno, haznos el favor vestirte para bajar desayunar porque no todos en esta familia somos super modelos —expone sarcástica levantándose de la cama para dirigir sus pasos hacia la puerta.
— ¡No soy un supermodelo! —le contradigo antes que se vaya y en ese momento escucho la puerta del cuarto de Rory abrirse.
— ¡Si lo eres! —afirma mi mejor amigo antes de irse junto a Tía Amelia dejando mi puerta medio abierta entonces me incorporo de mi cama para ir en busca de algo de ropa a mi armario tomándome algo de tiempo para elegir bien.
—Buenos días —saluda Evan mientras viene entrando a mi habitación, pero al verme así desvía su vista hacia otro lado.
—L —lo siento m —mucho, la puerta estaba abierta así que pensé que... —se disculpa tartamudeando un poco haciéndome reír entonces se detiene.
—Está bien, no te preocupes —expongo con un tono burlón, mientras tomo uno pantalón deportivo gris y una playera del mismo color para usarlos.
—Tu cabello es un desastre —se burla así que uso mis dedos para acomodarlo mientras calzo en mis pies unas zapatillas muy suaves que uso para andar por todo lado.
—Esto es como una mala comedia de televisión llamada viviendo con mi jefe —bromeo.
—No vivo contigo, tengo mi propia habitación en la plata baja junto a la de mi hijo —argumenta.
—Pobrecillo Harvey —me burlo.
—Él es un año mayor que tú, es un buen chico y al menos él tiene novia no como tú que estas solo —me encojo de hombros ante su acusación.
ESTÁS LEYENDO
Perdido en ti© [En Edición]
RomanceUn hombre joven con grandes aspiraciones en su carrera como médico sufre un trauma que lleva al colegio de médicos decidir que él ya no es competente, obligando al joven Tanner a darle un enorme giro a su vida la cual se había venido abajo tras dich...