Narra Wyatt
(Hace dos años atrás)
— ¡Oye! Fíjate por donde caminas —me quejo con el chico quien me ha manchado mi camiseta preferida con vino tinto—, genial —doy un suspiro de frustración mirando la macha, yo realmente amaba esta camisa y esta mancha no se la voy a quitar nunca.
—Lo siento mucho... soy muy torpe, no era mi intención manchar tu camisa —me ofrece una disculpa el chico muy preocupado entonces levanto mi vista de mi camisa para verle quedándome sumido en una mezcla de ansiedad y nerviosismo que me deja un poco atontado.
—Hola —me saluda el chico pelirrojo de tez blanca de ojos azules unos minutos después sacándome del trance en el que estaba—. ¿Estás bien? —pregunta con curiosidad.
—Si, lo estoy —respondo a su pregunta aclarando mi garganta.
¿Qué me está pasando?
—Si vienes conmigo ahora puedo sacar esa mancha a tu camisa ¿Qué dices? —me sorprende mucho su propuesta.
— ¿Enserio? —inquiero y él asiente sin ninguna duda de ello tomándome del brazo para llevarme a la cocina del lugar que logramos entrar después de que él convenciera de una forma muy dulce al encargado de la barra y este que terminó aceptando, eso fue un poco raro.
—Quítate la camisa —pide acercarse a la nevera para tomar una soda del refrigerador.
— ¿Cómo hiciste eso? Ese hombre accedió a dejarnos entrar como si nada —cuestiono con un tono burlón mientras me quito los botones de la camisa.
—Es un viejo truco —se ríe tomado un tazón mediano para dejarlo junto a la soda sobre la mesa y unas toallas.
— ¿Viejo truco? —inquiero y él asiente acercarse al aparador de la luz para aumentar su intensidad dejándome muy sorprendido cuando veo que sus ojos han cambiado de color ahora son violetas.
—Tengo ojos azul violeta, no lo viste porque estabas detrás de mí, pero la luz que me daba en el rostro en la barra ponía mis ojos de este color —me explica con un ápice de diversión acercándose a mí para darme una mano con la camisa dejando mi torso expuesto y luego dirige sus pasos a la mesa donde dejó las cosas.
—Si la ciencia está en lo correcto la soda puede quitar una mancha de vino tinto —dice dejando la parte manchada sobre el tazón para abrir la soda y remojar la tela con su contenido.
— ¿Eres un hombre de ciencia? —se me ocurre preguntar.
—No soy un bio —ingeniero, pero soy un estudiante de medicina —me sorprendo mucho por esa información porque este chico luce como uno de esos modelos de revistas de Mamá, en realidad creo que me parece haberlo visto en una alguna vez—. ¿Qué hay de ti? —indaga con curiosidad.
—Yo también estudio medicina —respondo muy orgulloso de ello y él esboza una bella sonrisa dedicándome una mirada muy dulce que me deja un poco embobado, pero luego rompe nuestra conexión visual para prestarle atención a mi camisa.
—Lo siento no debo mirar así a las personas —se ríe—, según Rory, mi mejor amigo, es mi arma secreta —expone con un tono burlón sin quitar la vista de su experimento sacándome una pequeña sonrisa.
—Creo que eres la primer persona de ojos azul violeta que he visto en mi vida —confieso.
—Es algo muy poco común —me da gracia que lo diga como si no importara, pero no puedo dejar de mirarlos—, creo que ya está listo ¿Qué te parece? —pido su opinión.
ESTÁS LEYENDO
Perdido en ti© [En Edición]
RomanceUn hombre joven con grandes aspiraciones en su carrera como médico sufre un trauma que lleva al colegio de médicos decidir que él ya no es competente, obligando al joven Tanner a darle un enorme giro a su vida la cual se había venido abajo tras dich...