Narra Evan
No supe cuanto tiempo estuve de cabeza, suspendido por el cinturón de seguridad hasta que logré recuperar el conocimiento gracias a que escuché a mi móvil sonar, gracias al cielo lo logré alcanzar y contesté aunque mi cabeza me estaba matando, era Brooklyn. Su voz me hizo reaccionar a lo que había sucedido y como pude le pedí ayuda antes que mi móvil se apagara. ¡Maldita sea! Debí... hacerle caso a mi hijo de ponerlo a cargar en la oficina, pero le resté importancia al asunto como siempre lo hago.
Ahora cuando ya tengo la mayor función de mis sentidos me cercioro que estoy bien para quitarme el cinturón de seguridad extiendo un poco mis piernas para dejándome caer sobre el interior del techo de mi auto que ha quedado casi todo destrozado. El parabrisas fue atravesado una enorme rama que literalmente ha tomado el asiento a mi lado pero me ha dejando algo de espacio para ver hacia afuera, tengo suerte de sólo tener unos rasguños en mis brazos y que en cuyo caso que este árbol detuviera que pasara algo mucho peor; espero que el perro esté bien, apareció de la nada y yo giré el volante a tiempo para evitar atropellarlo pero me salí del camino, supongo que debo agradecer a Brooklyn por reprenderme esta mañana para que usara el cinturón de seguridad y estoy seguro que pronto vendrá por mi ayuda así que debo regresar a la carretera.
—A ti te llevo conmigo —tomo mi móvil para darle una parada a la puerta del auto para intentar abrirla pero esta se ha quedado trabada y los vidrios son semi polarizados así que no es mucho lo que pueda hacer pero de todas formas hago el intento de romperlo por varios minutos pero es en vano así que me detengo, es muy frustrante.
Luego de rato en el que el sonido de la lluvia era lo único que solo consigo escuchar el sonido de la lluvia caer sobre el metal un sonido lastimero llama mi atención al otro lado de la ventanilla.
—Te escucho pequeño, me alegra que estés bien —ante mi voz el amigo canino emite un aullido que provoca que mi piel se erice, es normal estoy algo mojado y la muerte ha decidido que no era mi hora.
No deseo pensar que sentiría mi hijo al saber que ya no estaré para él, fue muy difícil despedirnos de la mujer de nuestra vida y aún siento que fue ayer. Myriam fue mi vida entera desde el primer momento que la vi, aún conservamos mucho de sus cosas como invaluables tesoros, Harvey tiene mucho de ella, su sonrisa, algunas de sus manías y su carácter algo que adoro muchísimo.
—¡Evan! —doy un pequeño respingo al escuchar la voz del pelirrojo de ojos azul violeta a lo lejos y mi amigo canino emite otro de sus aullidos para que nos logren encontrar.
—Brooklyn, por aquí —escucho otra voz y seguido de ello el sonido de un par pisadas acercarse acompañadas el gruñido de mi amigo canino.
—Hola hermoso, gracias por cuidar de Evan pero ya estoy aquí —esbozo una tonta sonrisa al escuchar cómo le habla y luego él posa su vista en mí a través de la ventanilla dando un suspiro de alivio seguido de una mirada muy dulce que me deja un poco ido en mis pensamientos.
Flashback
—¿Qué sucede? —mi pregunta le causó un poco de gracia y él se encogió un poco de hombros esbozando una bella sonrisa.
—Nada, solo estoy feliz por haberte conocido —respondió a mi pregunta provocando un leve sonrojo en mis mejillas.
—Si Charles se llega a dar cuenta de esto me va a matar —me burlé, pero él negó con un semblante serio.
—Tendría que pasar sobre mi primero —aseguró con seriedad pero al final noté una sonrisa burlona.
—Me gustaría ver eso —dije mientras le di una delicada caricia a su cabello recordando lo del deseo que pedí.
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Perdido en ti© [En Edición]
RomantizmUn hombre joven con grandes aspiraciones en su carrera como médico sufre un trauma que lleva al colegio de médicos decidir que él ya no es competente, obligando al joven Tanner a darle un enorme giro a su vida la cual se había venido abajo tras dich...