Capítulo 10. Complicidad [✅]

59 7 6
                                    

 —Brooklyn, estás siendo muy... —va a decir Mamá, pero decide guardar silencio.

—Muy ¿Qué? Mamá —se lo cuestiono enfadado—, se trata de Wyatt, yo necesitaba al menos unas semanas sin él para... sabes ya no lo extraño tanto como antes y aquí tengo a muchas personas que mantienen mi mente ocupada de las tonterías adolescentes que ya no quiero y debo sufrir —digo con un tono sarcástico, tratando de no sonar mezquino.

—Sabes hay algo de verdad en esta gran mentira, la historia siempre se repite contigo, pero espero que esas tonterías de adolescentes te hagan ver que traje a Wyatt conmigo porque ustedes no sólo tienen algo más que un romance fallido sino una intachable complicidad —expone un buen punto, pero ahora no deseo tener esta conversación.

—Tu no lo entiendes —digo dando un suspiro.

—Por supuesto que lo entiendo y por eso bajaré a la fiesta en tu honor para decirles a todos que estás indispuesto, pero enviaré alguien para que nos estés sólo —dice con un tono de voz apacible dándome un beso en la mejilla antes de marcharse sin decir más que eso dejándome un poco extrañado.

— ¿Quién eres tú? Y ¿Qué hiciste con mi Mamá? —me burlo un poco tomando asiento en mi cama para quitarme mis saco y mis zapatos, necesito relajarme.

—Algo de música sería genial —digo a mí mismo tomando mi laptop de mi mesa de noche para regresar a la cama y al encenderla notando que tengo una notificación en la barrera de entrada de mi correo entonces lo abro para ver de qué se trata—, extraño este correo es para Papá —pienso en voz alta poniéndome de pie para extraer mi móvil del bolsillo de mis pantalones con el fin de llamarlo, pero como siempre me responde su buzón de voz entonces ignoro el correo para poner algo de música habiendo un baile muy gracioso y así paso un gran rato hasta que escucho que tocan a mi puerta así me incorporo de mi cama para ver de quién se trata encontrándome a Tyron hincado frente a mi puerta con una canasta de repostería mixta en sus manos.

—Hey —me saluda con un tono coqueto extendiendo la canasta de repostería hacia mí.

—Toma esta canasta de carbohidratos como una disculpa por ser la víctima de mis abrumadores besos —depara con un ápice de diversión y yo recibo su ofrenda de paz esbozando una sonrisa burlona.

—Agradezco la canasta de carbohidratos y tus disculpas —digo ayudándole a incorporarse para invitarle a pasar a mi habitación cerrando la puerta detrás de él.

—Linda habitación y buena música —dice admirando la decoración entonces dejo la canasta en cama para ir por el verdadero postre.

— ¡Oh! ¿me atacas? —cuestiona con un tono socarrón llevando sus manos a mi rostro para hacerle una sutil caricia a mis labios antes de besarme de una forma muy dulce.

—Sip —afirmo haciendo un leve puchero.

—Me abrumas Brooklyn Tanner —musita sobre mis labios viéndome directamente a los ojos entonces rodeo su cintura con mis brazos para atraerlo un poco más a mí.

—Los amigos no se dan besos en la boca —hago esa observación de nuevo sacándole una pequeña sonrisa, sus mejillas se han sonrojado.

—Tu Mamá me envió hacerte compañía, tal parece que tengo su bendición o algo así —argumenta muy orgulloso de ello desviando la conversación.

—Sí, eso parece —le doy la razón un poco extrañado por ello, pero no le he puesto mucha atención a los planes seguramente maquiavélicos de mi Mamá.

— ¿Puedo preguntar por qué estás aquí tú solito? —pregunta con un tono muy infantil, que tonto es.

—Necesitaba escaparme por un rato de mi familia y estar rodeado de muchas personas me abruma un poco —respondo dando un suspiro y él asiente al entender.

Perdido en ti© [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora