❝Lives and separate kingdoms.❞ 「ChanJin - HyunChan」

❤⚣↱-ˏˋ ᴅ ɪ ᴇ ᴄ ɪ ᴏ ᴄ ʜ ᴏ ˊˎ-↰⚣❤

19 de Marzo del 2019.

—No puede ser, no puede ser, no puede ser.—Hyunjin caminaba de un lado a otro en su habitación.

Su consejero , que se encontraba a un metro de él, parado a un lado de su puerta, simplemente se limitó a suspirar, sabía el motivo por el cual Hyunjin estaba así, aún así ya se estaba desesperando.

Hyunjin se colocó frente a una de sus paredes, recargo su cabeza en ella y con una de sus manos, empezó a golpearla con el puño, dando golpes sin ganas.—No puede ser...—Susurró.

—Esta bien, ya para de una vez.—El consejero Park se acercó a Hyunjin y lo empezó a separar de la pared, ya no aguantaba verlo así, así que lo llevo y lo sentó en su cama.—¿Qué te pasa?

Hyunjin lo miró durante unos segundos, sus labios estaban abultados y sus ojos parecían de un cachorrito triste.—Es que no puedo...

El consejero Park levantó una ceja.—¿No puedes qué?

—¡Mis padres!—Hyunjin se tiró de espaldas a su cama.—¡Les dije que no quería una celebración por mi cumpleaños! Y a que no sabes que me dijeron...

—¿Qué te dijeron?—Preguntó sin ganas.

—Que obviamente tenían que hacerla ya que cumpliría mi mayoría de edad.—Hyunjin se llevó las manos hasta su cara, suspirando.—No me lo dijeron, pero sé que están felices de que cumpla la mayoría de edad para empezar a planear la boda...

El consejero Park no dijo nada.

Hyunjin se acomodó bien en su cama, tapándose y acurrucándose entre sus almohadas, dándole la espalda a su consejero.—A veces hubiera deseado no haber nacido, o no haber nacido en la realeza...

El consejero Park se limitó solo a mirarlo, quería salir de allí inmediatamente, sabría que si se quedaba más tiempo allí, viendo lo lamentable que se encontraba el príncipe, no podría reaccionar bien, porque lo entendía, el trabajaba de consejero no porque así lo hubiera querido, si no porque así lo obligaron sus padres, que en parte no se arrepiente, mucha gente quisiera estar en sus zapatos, pero él hubiera deseado elegir.

Se acercó hasta la puerta y antes de apagar las luces, miró al príncipe, quien se encontraba dormido después de haber llorado por algunos minutos. Ya no aguantaba, los sentimientos de depresión, ansiedad y estrés, se los estaba transmitiendo, ya no podía más estar dentro de esa habitación. Rápidamente apagó las luces y salió, dirigiéndose hasta su habitación, esperaba que está noche si pudiera dormir.