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—Lalala...—Tararaeba Dahyun mientras leía un libro.
Su madre que estaba sentada a su frente, la miraba con curiosidad.—¿Qué tienes?
—Oh.—Dahyun la miro por muy pocos segundos y volvió a bajar su mirada, sonriendo.—Nada mamá, solo estoy feliz.
—Me alegra que estés feliz. ¿Pero cuál es su motivo?
Dahyun suspiró y cerró su libro.—No lose.
Su madre frunció el ceño, no esperaba esa respuesta.—¿No lo sabes?
—Sí...—Se acomodó en su asiento.—Simplemente me siento feliz cuando lo veo y pienso en él.
—¿Él?—Su madre pregunto curiosa.
Dahyun se sonrojó.—Sí... eh... bueno...—Empezo a balbucear.
Su madre al ver como su hija estaba reaccionando solo rió.—¿Quién es el dichoso de tu hermosa sonrisa?
Dahyun volvió a suspirar.—Es Hyunjin...
Su madre abrió grande sus ojos.—¿El príncipe Hwang?
Dahyun asintió lentamente.
—¿Y eso?
—Bueno...—Dahyun recargo su cara sobre sus manos.—Siempre que lo veo me sonríe, me trata lindo y jamás me hace el feo cuando le hablo, al contrario, es caballeroso y acepta pasar un rato conmigo. Sí, siempre lo he visto lindo, él en verdad es muy atractivo, pero yo no me fijo en su físico, si no en como es él...
Su madre sonrió y empezó a acariciar su brazo con su mano.—¿En verdad te gusta?
Dahyun la miro a los ojos.—Creo que sí...—Bajo su mirada.—Pero no se si yo a él.
Su mamá la soltó.—¡Claro que le gustas! Por lo que me contaste es obvio que le gustas.
Dahyun levantó su cabeza rápidamente.—¿Y sí solo me trata así por caballerosidad?
Su madre bufó.—Que va. Conozco al príncipe Hwang desde que era un recién nacido. Obvio le gustas.
Dahyun sonrió grande.—Espero que así sea, en verdad me gusta mucho, mamá.
