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—¿Qué pasa?—Habló la reyna Hwang.—No estás actuando mal.
Hyunjin que se encontraba sentado a su lado, le dio un tragó a su té.—Nada, todo va normal.
—Pues me alegro de que estés bien, hijo.—Hablo el rey Hwang, mirándolo y sonriendo.
—Gracias padre.
Su madre lo miró con los ojos entre cerrados.—Mas te vale que me estés diciendo la verdad...
Hyunjin solo suspiró.—Es en serio mamá, nada raro ni importante ha pasado...
—Esta bien...—La reyna aún no estaba satisfecha.—Eso espero...
El rey simplemente rió.
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Cuando Hyunjin llegó a su habitación, se echó de espaldas sobre su cama.—Ah...—Suspiró.
Estaba recordando lo que había pasado días antes.
Hyunjin estaba empezando a pasar por muchos cambios, así como físicos, hormonales y sentimentales.
Cuando se encontraba con la familia Bang se empezaba a sentir extraño, de repente cuando veía a su amigo Chan empezaba a sentir un dolor en el pecho, igualmente pasaba cuando pensaba en él.
Al ver como un dolor se posaba siempre en su pecho al pensar en su amigo, empezó a experimentar con otras personas para ver si ocurría lo mismo, pero no.
Así que eso empezó a enfurecerlo, obviamente pensaba casi todo el tiempo en Chan, ya que era a la única persona a la cual él podía llamar amigo, pero un verdadero amigo.
No se imaginó que Chan llegaría en uno de sus ataques de enojos. Ahora que estaba empezando a cambiar, partes de su cuerpo empezaron a actuar extraño, cosa que quiso empezar a conocer en su privacidad, bueno, privacidad que no existe entorno a Hyunjin, porque con solo querer desvertirse para así cambiar de ropa, no podía, siempre sus sirvientes entraban sin tocar y sin su permiso, ya que así lo ordenaban los reyes.
Bueno, de repente sin pensarlo había expresado sus sentimientos hacia Chan, cosa que el resultado le encantó. Sí, se sentía extraño, jamás pensó que en verdad sentiría atracción por un hombre y que ese hombre fuera su amigo. Pero aún así no le importó, estaba feliz al saber que no era el único. Chan había correspondido.
Sí, ese mismo día después de confesarse, se besaron, que deben ser sinceros, no son los mejores besadores al ser sus primeros besos, pero eso no impidió que les encantará. Tal vez las hormonas los tenían un poco descontrolados, pero la vergüenza después de esos besos no se apareció.
Al final tuvieron que despedirse y quedaron de verse de nuevo en unos días, dejando a un Hyunjin necesitado de abrazos y besos. Al ser de la realeza sus padres no pudieron dedicarle muchos abrazos y besos ya que siempre se encontraban ocupados con sus horarios. Así que al sentir ese sentimiento de calor en su pecho al ser abrazado y besado por Chan, hizo que se sintiera bien, querido y amado.
Hyunjin se llevó los dedos hacia los labios, recordando como los labios de Chan había sido posicionados sobre ellos. Sonrió, tomo una almohada y se la puso sobre la cara, soltando un chillido. Estaba realmente muy feliz, esperaba con ansias poder verlo de nuevo y estar entre sus brazos.
