El consejero Park comenzó a caminar con algo de lentitud, se sentía cansado, demasiado como para que ni siquiera las ganas de querer llegar a la habitación donde estaba hospedado en el castillo de los Bang hacía que pudiera correr para poder tirarse sobre la cama.
Ese día había sido muy atareado para él, después del comportamiento muy obvió por parte del príncipe Hyunjin en el comedor no había dejado de seguirlo y asegurarse de que no volviera a cometer algo así; podría ser que los reyes y la princesa Dahyun no lo hubieran notado por estar más ocupados en otras cosas, pero era muy claro que la princesa Momo sí lo había notado, el consejero Park esperaba y deseaba con toda su alma que no llegara a pensar en algo como si el príncipe Hyunjin se sintiera atraído por él príncipe Chan.
Negó con su cabeza mientras se llevaba una mano al rostro, tal vez había estado algo paranoico ya que él sí sabía sobre su relación, pero prefería mejor prevenir que lamentar.
Mientras caminaba por los grandes pasillos, ya pronto a llegar a su habitación, una voz conocida lo hizo que se detuviera.
Las palabras no eran muy entendibles, se escuchaban ahora algo lejanas, así que comenzó caminar lentamente, decidido a seguir a aquella voz.
Al escuchar la voz ya más clara y fuerte, se detuvo frente a una habitación, viendo como esta tenía la puerta semi abierta, causando que Jinyoung debatiera en si debería quedarse parado ahí, tocar la puerta o irse.
—No puede ser... eso no puede ser... Ya es tarde...
¿Tarde?
El consejero Park frunció el seño, no entendía nada, así que prefirió dar un paso hacia atrás, decidido a seguir su camino; pero un grito sordo y algo rompiéndose dentro de esa misma habitación lo hizo asustar y abrir rápidamente la puerta, viendo primero a los ojos de quién provenía la voz, el consejero Im, quien también lo miró; bajando su mirada, vio en el piso había una botella de vidrio rota y su mano...
—¡Estás sangrando!—Dijo el consejero Park acercándose a él.
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—¡Agh!—Se quejó el consejero Lim mientras sentía el alcohol arder sobre su herida.
El consejero Park bufo.—Si no hubieras cometido esa estupidez, no estuvieras sufriendo ahora mismo.
El consejero Lim hizo una mueca, sabía que el consejero Park tenía razón, si no hubiera perdido la cordura, no estaría sufriendo con el alcohol.
Cuando el consejero Park vio que la herida sobre su mano ya no seguía sangrando, lo vendo y después lo miró.—Bueno, esto no me incumbe, pero si veo que esto te ha causado hacerte daño, mi deber es preguntarte si algo malo te ha ocurrido...
El consejero Lim suspiró mientras aceptaba la pequeña ayuda del consejero Park.—Sí, me he enterado de que los reyes ya tienen todo preparado para la boda del príncipe Hyunjin y la princesa Dahyun.
El consejero Park se quedó quieto durante unos segundos, procesando la información que le acaban de dar. Y sabía bien que algún día todo estaría listo para la boda, pero nunca se imagino que sería tan pronto. Además, no sé imaginaba lo mal que se pondría el príncipe Hyunjin si se enteraba de que ya estaba todo listo.
—Lo peor es que aún no he podido hacer la carta que tenía hecha para ayudarlos.
El consejero Park frunció el ceño.—¿Cuál carta?
—Oh, es cierto, no te he contado eso.—Vio al consejero Park mirarlo aún con su ceño fruncido.—Mi plan es sacarlos del país.
—¿No crees que eso sería demasiado arriesgado?—Hizo una mueca.—Sería muy arriesgado el tan solo tratar de salir del castillo sin que los guardias se dispongan a dejarlos solos.—Cuando vio que el consejero Lim iba a hablar, se dispuso a seguir.—Pero bueno, supongamos que logran salir del país, ¿a donde irían? Sería también peligroso ir a otro país, donde no hablen su mismo idioma y dónde podrían llegar a encontrarlos...
—Comprendo tu preocupación.—Habló el consejero Lim mientras se acomodaba sobre la silla.—Pero si envío esa carta lo antes posible, todo podría salir bien.
El consejero lo vio con incredulidad.—¿Y como está tan seguro de eso?
El consejero Lim sonrió.—Un viejo amigo, el cual escapó a este país por rebeldía, me debe un favor, así que es tiempo de cobrarlo.
