Hyunjin quien empezó a entrar a la habitación, contestó.—No agradezcas.
Los dos se sentaron en la pequeña mesa que se encontraba en la habitación de Dahyun.
—Bueno...—Dahyun empezó a hablar un poco nerviosa al ver que Hyunjin desde que había entrado no la había mirado, ni hablado.—Se que la noticia ha sido algo repentina...
—Oh, sí lo fue...—Contesto mirando hacia la mesa.
—Sí...—Rió nerviosa mientras con su mano acomodaba un mechón de su cabello atrás de su oreja.—Pero sabes, me alegro mucho.
Hyunjin ahora la miro, se había puesto un poco sonrojada y no lo miraba a los ojos.
—Me alegra que sea contigo, en verdad me gustas mucho, nos conocemos desde pequeños, la confianza y la cercanía entre nosotros es agradable.
—Sí...
—Bueno, espero que las cosas no cambien para mal, tal vez me ves como una gran amiga o hasta una hermana, pero verás que seré la mejor esposa para ti, te haré muy feliz Hyunjin-ah.—Dahyun dijo eso mientras sonreía e inclinaba un poco su cara, se veía muy feliz ante la noticia.
El pecho de Hyunjin dolió.—Sí, gracias noona...
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Hyunjin salió de la habitación de Dahyun y al cerrar la puerta, se recargó sobre ella, tapándose la boca con una mano, lágrimas empezaron a caer sobre sus mejillas.
Se sentía horrible, su corazón dolía mucho, nunca había puesto atención a los sentimientos de Dahyun, si lo hubiera notado entonces jamás le hubiera dado motivos para sentir algo así por él. Le dolía, le dolía porque simplemente la veía como una hermana y no quería hacerle daño.
Chan...
El mayor llegó a su mente, haciéndolo que quisiera llorar más, no quería hacerle eso a él. Sabía muy en claro que los dos tendrían que casarse, pero si eran otras princesas no les hubiera importado, hubieran seguido su relación como ahora mismo estaban, pero la cosa dió un giro muy inesperado.
Él se imaginaba en un momento estar con Dahyun y después de estar con ella irse a los brazos de Chan. Su estómago se revolvió al solo pensarlo.
No podía hacerlo, tenía que buscar una salida lo antes posible.
