Capítulo 31 *Marcelina en peligro*

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Narra Paulo

El plan tendría que estar puesto en marcha hoy en la noche, es complicado tener una gran responsabilidad sobre tus hombros y más si se trata de rescatar a tu hermana y a la chica que más amas en la vida. Daniel ha estado un poco ausente en estos últimos días, pues no cree que el plan funcione, y es algo que no tiene lógica puesto que él ha sido el de la idea, aún así estamos tratando de dar todo de nosotros mismos para que por fin veamos a nuestras chicas, y es que si esto hubiera sido en otra etapa de mi vida, quizá no estaría arriesgando a esta misma.

— Daniel - le llamó Cirilo, el mencionado levantó la cabeza - ¿No quieres ver ya a Maria Joaquina?

— Por supuesto, pero a veces tengo que ser realista con referencia a este asunto - suspiró frustrado - nunca había lidiado con esta clase de enredos; mi vida, la de ustedes, la de las chicas, incluyendo la de mi novia corren peligro si este plan fracasa.

Todos habíamos pensado en esa posibilidad, y por más que nos negaramos, no daba miedo a que alguien saliera herido, en mi caso tenía un presentimiento en mi pecho pero preferí no mencionar nada al respecto... espero y no sea nada malo.

— Eso no va a pasar... - Dijo optimista Jaime - Carmen nos ha dicho cada moviento de aquel sujeto, tenemos cosas a nuestro favor.

— Es que esto muy díficil, siempre creí tener todas las respuestas para todo - se le escapó una lágrima - pero ahora no creo estar seguro de ello, la amo como no se imaginan y si la perdiera mi mundo colapsaría.

— Bueno, Maria Joaquina también lo hace y es conciente de lo que estás haciendo por ella, sólo un chico enamorado como nosotros pondría en juego todo por su chica - Jorge sonrió al recordar el rostro de Margarita.

— Lo sé Jorge, y eso es lo que me impulsa a seguir luchando cada día, solamente para volver a ver su sonrisa - sus ojos se iluminaron al mismo tiempo que se ponía de pie para seguir dirigiendo a nuestro grupo.

— Esta bien chicos, ya basta de lamentarse que es hora de ocuparse de esto - habló decidido, todos lo miramos con satisfacción al ver que nuestro amigo había volvido.

— Ya hemos repasado el plan muchas veces, tendremos que esperar que sea tiempo para irnos ubicando en nuestras labores - dijo Adrián, jamás lo había escuchado con tanta seriedad en su voz y facciones de su rostro.

— Muy bien, es momento de que todos nuestros miedo sean ocultados para sque salgan aquellos hombres que tenemos en nuestro interior ¡Todo sea por ellas! - Gritó Jaime y al instante todos repetimos lo último.

El día transcurrió con normalidad, mi papá me había preguntado como iba el plan de rescate y le comenté que ya pronto volvería a ver a su querida hija, a lo que él y mi madre se limitaron a decirme que me cuidara y que no hiciera algo precipitado como era mi costumbre por lo que traté de tranquilizar a ambos.

La noche por fin había aparecido, arreglé una mochila con todo lo que Daniel nos había sugerido y me fui no sin antes asegurarme de que mis padres estuvieran dormidos.

— Ya vine - dije al notar la mirada molesta de los presentes - perdón por la demora.

Omitiendo los regaños de todos mis amigos, nos fuimos al lugar señalado por Carmen, ella no pudo asistir por precaución pero nos estaba monitoreando con un microfono a Daniel que es el líder para que nos dijera el momento pertinente para atacar.

— Hay cuatro recamaras en el primer piso y tres en el de arriba, el baño está a la izquierda del pequeño comedor... - Carmen nos decía con cautela - Junto a este también está el cuarto del secuestrador y enfrente hay una bodega - todos estabamos prestando atención por si a alguien se le olvidaba - nunca hemos entrado, pues nos amenzó de hacernos daño si lo hacíamos, aunque todas sabíamos que hay algo sospechoso.

Secuestradas || Carrusel [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora