Narra Mario
Me terminé de poner mi ropa y mi cubrebocas azul para poder pasar a la habitación de Marce, ella estaba ahí, postrada en una cama de hospital, conectada y con sus ojos cerrados. Que bueno que no la vine a ver antes, porque si no hubiera tenido que verla detrás de un gran cristal.
Me acerqué un poco, solamente se escuchaba el ruido de la máquina donde registraba sus latidos, mis ojos se empezaron a cristalizar, recordando a mi mamá... le tomé su delicada mano y con cuidado la besé.
—Princesa, tienes que despertar - dije en un susurro - sabes que te amo, y no puedo vivir sin que tú estés a mi lado; eres mi fuerza y mi alegría... Por favor mi amor hazlo por nosotros, tenemos muchas aventuras por descubrir, quiero ser tu compañero de vida, el que te acaricie y bese cada vez que te despiertes, el que te cele cuando alguien se te acerque con intenciones de enamorarte, el padre de tus hijos que seguro serán hermosos como tú. Ese quiero ser para ti y sé que aunque todavía falte mucho, te estaré esperando hasta que tu y yo nos casemos.
Al instante sentí un apretón en mi mano, yo la miré perplejo y se volvió a repetir.
—Tranquila, le avisaré a los doctores - dije conteniendo la emoción.
Iba a soltar su mano cuando algo me detuvo - ¿Mario...? - su voz apenas era audible, pero siempre la reconocería.
—Si soy yo mi amor - besé su frente y ella me miró tiernamente.
—¿Cuánto tiempo ha pasado? - vió para todos lados.
—Más de un mes princesa pero ya estás aquí de nuevo - acaricié su mejilla - no sabes lo mucho que te he extrañado... ya te quería ver.
—Te amo - sonrió, en cambio yo me quedé estupefacto pero devolví también aquella sonrisa.
—Yo más - la miré con tanto amor que cualquiera creería en él - me tengo que ir, necesito informarle a los especialistas tu progreso... luego vuelvo ¿bien? - ella asintió.
Salí con una felicidad inmensa, había despertado aquella personita que era mi mundo entero, le avisé a los doctores y al principio no lo podían creer, fueron a verla para confirmar que no me había vuelto loco y efectivamente, ella estaba ahí mirandonos con una sonrisa.
Yo me despedí y regresé a la sala de espera, mientras los doctores la revisaban.
—¿Cómo te fue? - preguntó Alicia algo ansiosa.
—Demasiado bien diría yo - recordé lo recién pasado y no obtuve otra respuesta que no fuera un milagro porque en realidad lo era.
—Mmm... - Paulo estaba furioso, su expresión lo delataba, su acompañante ya se había ido. Los señores Guerra me miraban espectantes, a lo que yo decidí decirles la buena noticia.
—Marcelina despertó - Paulo se levantó rápido del sillón donde yacía.
—¿QUÉ? - Preguntó el Sr. Guerra algo emocionado.
—Como lo dije hace unos segundos, ella ha abierto sus ojos - todos empezaron a festejar y no era para menos.
—Esto es increíble, mi amiga está bien - Carmen lloraba en los brazos de Jaime, seguro hay algo entre ellos, igual... ¡que viva el amor!
—OMG - Bibi estaba más que feliz - my friend is strong, I knew that she was going to recover—¿Qué dijo? - Preguntó Jaime algo confundido.
—Marcelina es fuerte, sabíamos que pronto se recuperaría... es lo que Bibi dijo y no puedo estar más que de acuerdo - respondió Maria Joaquina risueña a la par de Daniel.
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Secuestradas || Carrusel [EN PROCESO]
Teen FictionUn secreto que marcará todo... Ocho chicas y la profesora Helena en peligro. ¿Quiénes podrán ayudarlas? Algo en la escuela mundial cambiará y estos adolescentes también lo harán.