Secuestradas || Carrusel [EN PROCESO]

Capítulo 32 *Todo ha cambiado*

Narra Daniel

Estoy muy consternado y frustrado a la vez por lo ocurrido hace ya más de un mes, en estos últimos días la salud de Marcelina no mejora en lo absoluto y lo único que pudieron hacer los doctores fue inducirla al coma ya que la operación fue muy complicada.

Paulo me odia por eso, me lo he expresado en repetidas ocasiones y en cierta parte es verdad, si hubiera puesto la misión en manos de la policía sin querer hacernos los héroes sin capa nada de esto hubiera pasado...

La actitud de él no ayuda para nada, se ha vuelto más grosero y pedante que antes, sus padres han tratado de hacerlo entrar en razón pero no ha funcionado y Alicia los primeros días fue de gran apoyo para Paulo pero el mismo se encargó de tratarla muy mal, tanto que ella no aguantó más y dió por terminada su relación, él se alejó de todos.

Mario está peor que él, ya no quiere salir de su casa ni siquiera a visitarla al hospital, pues piensa que se va a morir al igual que su mamá. Nosotros hemos tratado de subirle el ánimo, después de su recuperación ya que el golpe que le dió ese tipo fue demasiado fuerte como para que él estuviera dos días internado y ahora está mal, fisicamente no pero del corazón si.

Hoy, había sido un día en el que fuimos a visitarlo e intentabamos convencerlo de que fuera a ver a Marcelina, porque desde aquel incidente no la había visto.

—Mario, tienes que ir - Majo insistía - que tal si con tenerte cerca despierta, eres el único que no la ha ido a visitar y tú más que nadie sabe que te necesita - él la miró desganado.

—Majo tiene razón, no ganas nada estando aquí todo deprimido - Jorge habló y miró con una sonrisa a mi novia.

Ellos han estado más cerca de lo normal, y no es que me moleste, si no que él está muy sospechoso con Majo, y quizá no lo entienda pero Jorge y Margarita terminaron tiempo después de lo  sucedido, ella empezó a andar con un chico mayor y él siempre que la ve, se enoja y desencadena varias discusiones entre ellos, Maria Joaquina me ha dicho que Jorge sigue queriendo a Margarita y que no tengo de que preocuparme, pues ella me quiere a mi pero la verdad no se que pensar.

—Si y llévale flores, siempre alegran el alma - Laura suspiró, típico de ella.

—Quiero verla - habló por primera vez Mario - pero no conectada a varios cables... quiero ver su hermosa sonrisa que me enamora cada vez más, sus ojos que brillan al mirarme y escuchar su voz tan dulce, la quiero tanto que no se imaginan - lloró como niño pequeño.

—Te entendemos Mario, pero necesitas estar bien para cuando ella también lo esté - dijo Valeria tomandolo del brazo - no seas tontito.

—Ya Valeria dejálo - Daví la regañó.

—No Davicito el debe de entender que no se hace bien aquí acostado sin ánimos de vivir - contraatacó Valeria molesta.

—Es que sin ella no tiene sentido - respondió él triste.

—Pero, ¿acaso piensas dejarla aquí solita sin el amor de su vida? - preguntó Marina algo enojada por la actitud de Mario, asentí dándole la razón.

—Es verdad Mario, ya échale ganas porque no puedes seguir así - Alicia lo miró como una mamá a su hijo que recién ha hecho alguna travesura.

—Está bien - todos lo miramos sorprendidos, hemos logrado persuadirlo - con todo esto no te he preguntado Alicia, ¿cómo está Paulo?

–Supongo que bien, ayer me llamó una de sus tantas "amiguitas" recordandome que es suyo y que ni me atreviera a acercarme - contestó con una sonrisa fingida - no me importa ya su vida, me conformo con que Marce se recupere.