Capítulo 36 *Esto está mal*

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Narra Marcelina

Tiempo después de que desperté de ese terrible coma, Mario no se separaba ni un minuto de mi, y no era algo que me molestara pues me sentía muy consentida por él, mis amigos y mis padres; sin embargo, no me sentía completa pues quería ver a mi hermano como antes no al Paulo que se comporta como un rebelde sin causa y en cierta forma siento que es mi responsabilidad que mi hermano se encuentre así, él había cambiado... en verdad, lo hacía notar cuando me hablaba de su relación con Alicia, lo mucho que la quería y los planes que tenía junto a ella en el futuro. ¿Qué fue lo que le pasó? ¿Tanto tiempo estuve inconsiente como para que Paulo cambiara radicalmente?

Estaba preocupada por mi hermano, tenía que hacer algo para ayudarlo, él no merecía lo que estaba atravesando... fue una de las personas que arriesgo su vida para salvarnos y necesitaba recompensarlo como buena hermana que soy. Por este motivo fue que decidí ir a la casa de Alicia, puesto que ella me había comentado un par de días antes que tenía que contarme algo importante.

Toqué el timbre y esperé algunos segundos - ¡Marce! amiga - me abrazó efusivamente y me invitó a pasar.

—¿Quieres algo de tomar? - preguntó mientras se sentaba en uno de los sillones de la sala de estar.

—No gracias Ali - sonreí amablemente y al instante mi alegre semblante se desvaneció al recordar la causa por la cual esta aquí.

—Emm... Marce, es un asunto complicado lo que tengo que decirte - noté que Alicia estaba igual o peor que yo, sabía lo especial que era mi hermano para ella así que solo me limité a asentir para que continuara hablando - Paulo... se ha estado drogando.

—¿QUÉ? - fue lo único que pude decir, no podía ser cierto, quizá el testarudo de Paulo siempre había sido alguien al que le gustaba llevarle la contraria a los demás pero jamás pensé que llegaría al punto máximo, ahora si que necesitaba apoyarlo.

—Como lo escuchas Marce, a mi también me tomó por sorpresa - su mirada estaba cristalizada, no comprendía como es que mi hermano se estuviera haciendo daño - la semana pasada, lo ví... era otra persona, sus ojos dilatados y rojos, su ansiedad en la mayoría de sus acciones fue lo que me llevó a desifrar lo que le estaba pasando...

—Esto no puede ser - murmuré decepcionada - él es demasiado bueno para consumir esas cosas.

—Lo mismo pensé, pero luego me detuvé a analizar a sus amistades que para nada le han servido de mucho - eso era verdad, últimamente no llegaba a dormir a mi casa ni tampoco respondía las llamadas que le hacían mis padres y era gracias a sus nuevos amigos.

—Es increíble lo mucho que le afecto que estuviera debatiendone entre la vida y la muerte - tenía un fuerte nudo en la garganta al recordar mi situación pero es mucho más el dolor que siento con solo imaginar a mi hermano en ese espantoso estado.

—Lo sé Marce y gracias al cielo que tú ya te encuentres mejor, sin ninguna secuela de tu enfermedad - mi amiga suspiró y cerró sus ojos con frustración - pero no se que es lo que a él le produce tanto sufrimiento para cometer semejante locura...

—Dejame decirte que puede que mi hermano te extrañe Alicia, lo he oido gritar tu nombre por las noches, bueno solo cuando está en casa - dije al acordarme de una noche en la cual no podía dormir y quise ir a verlo, pero él estaba ahí tranquilo sobre su cama pronunciando el nombre de su amada... me dió tanta ternura que decidí no interrumpirlo.

—Ya no sé que pensar, supongo que ya no existe un nosotros entre Paulo y yo pero quisiera colaborar a que pueda salir de esa adicción - bajó la mirada triste, la entendía a la perfección, si yo fuera ella no pretendería regresar con alguien que me ha causado tantos problemas como mi hermano a ella.

Secuestradas || Carrusel [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora