De todas las palabras que soy capaz de usar para describirte, de todas las letras que conozco y las que aún no eh aprendido creo que pocas te harían justicia.
Eres hábil
Eres divertido
Eres un hábito
Y sin duda eres mi patada en el trasero favorita.
Te has convertido en un sentimiento que existe entre el odio propio y la esperanza y siempre te encuentro enterrado entre mis costillas y los huesos de mis manos. Te encuentro siempre en la punta de mi cabello y las palabras que nunca digo. Siempre estas, aún cuando no quiero que lo hagas.
Me eh acostumbrado a aferrarme a ti como uno se aferra a la fe, como uno de aferra a Dios.
No te venero ni te adoro, ni siquiera soy capaz de creer las palabras que salen de ti, pero te has vuelto parte de mi naturaleza, siempre en él fondo, siempre susurrando en mi oído y guiando mi mano de vuelta a ti.
Me eh quedado en las sombras de nuevo, con tus huellas talladas bajo fuego en mis párpados y mis palmas, me eh quedado solo con lo que soy capaz de creer y él sabor tan amargo y aún así tan conocido que tiendes a dejar sobre mi piel.
Las mejores cosas vienen de las mas dolorosas.
Eso es algo en lo que creo sin duda y ruego a los dioses y al universo que sea la verdad. Porque entonces, todo este dolor y este tedio al que me acostumbraste comprarán mi entrada a algo magnífico.
No creo amarte más, dudo quererte si quiera, pero es tu costumbre la que no puedo arrancar de mis nervios.
