Dulzura,
Creo que es más complicado que sólo decir que somos intermitentes.
Es mucho más que eso y tal vez no sea nada.
Se siente incorrecto escribir de ti cuando pienso en el. Aunque el 9nunca prometió que se quedaría por siempre, yo sólo decidí asumirlo. Y yo si le prometí a el mi presencia.
Soy joven e idiota, pero entonces era aún más joven y treinta veces más imbécil.
Supongo que te ocurrió lo mismo conmigo no es así? Últimamente he tenido que recordarme que tu me hablaste de esa canción de la misma forma en la que yo le hable a él. Siempre esperamos de más de quienes tienen el corazón en otro sitio no lo crees?
Tengo tanto sobre lo que escribirte. Pero realmente no lo creo correcto.
Creo que mi problema no es que te vayas, si no, que no regreses.
Siempre eres tú el que me extraña y piensa en mi. Pero siempre soy yo la que regresa. Creo que soy lo suficientemente idiota para no aceptar que tu no me quieres como yo te quiero.
Porque te quiero. Te quiero con el alma entera y cada latido de mi corazón. ¿Tu me quieres igual?
Siendo honesta no puedo sentir amor por ti. Te quiero. Por todo lo que significas para mi, por el tiempo que llevamos juntos y porque eres sin dudas, alguien realmente parecido a mi. Y por esas mismas razones no puedo quererte como quise a los demás. Tu eres algo distinto.
Algo que juro conocer a la perfección y al mismo tiempo eres algo que me asusta descubrir.
Quererte a ti es como regresar al lugar en el que crecíste de niño. Algo tan reconfortante que te hace sentir que no necesitas nada más. Algo a lo que sólo hechas de menos de vez en cuando.
Y luego quieres a alguien más y juegas en la ruleta rusa que es toda esta mierda. Hasta que indudablemente terminas, estás cansada y encaprichada y regresas a casa sólo para sentir la tranquilidad de algo conocido.
Y al final regresas a casa. No porque aún pertenezcas a ese lugar. Si no porque es lo único que sabes hacer.
Creo fervientemente en que tu y yo somos idénticos en muchas cosas. Y esa creencia sólo me complica más cuando trato de entender el porque nunca regresas. Porque si me quisieras tanto como te quiero yo, regresarías. Siempre.
Y entonces empiezo a preguntarme si aún me quieres. ¿Mucho? ¿Poco? ¿Nada? ¿Tal vez?
Mi bulimia creativa me ayuda a pensar. Siempre hay tantas cosas corriendo por dentro de mi cabeza que soltar unas palabras sobre la gran ballena que se ducha en mi lago me calma los latidos por un tiempo.
No quiero saber de ti porque yo te busque. Quiero saber de ti porque me extrañas.
