*trigger warning, pensamientos suicidas**
Fue accidente premeditado, si somos honestos.
Creo que a nadie le sorprendería si no hubiera escupido el cloro y lo hubiera tragado en vez.
No dejo de imaginarme, como Heather Chandler, cayendo sobre una mesa de cristal, con un fuerte estruendo y estaría muerta antes de tocar el piso.
Aunque. Podría ser, solo tal vez, que no muriera. Tal vez solo me quedara en el piso, con la garganta al rojo vivo en un charco de mi propia sangre, después de eso, quien seria? Que me quedaría?
La única razón por la que no he muerto es porque no puedo soportar la idea de fallar al intentarlo.
De verdad fue un accidente. No estaba esperando el sabor agrio del cloro en mi lengua pero ahora me persigue constantemente. Su fantasma se ha alojado en mi boca, sobre mi lengua, contra mis mejillas y entre mis dientes y amenaza constantemente en hacer su camino por mi garganta.
Hay veces que casi lo dejo.