La verdad es que no quiero disculparme.
La verdad, es que tampoco quiero seguir con esto.
La verdad es que el saber que yo te enseñe algo que nunca olvidaras me es más que suficiente.
Llevas mi existencia grabada en la yemas de los dedos y mi nombre resuena bajo tu almohada cada vez que te sientes bien.
Debe de ser horrible recordar a alguien de el pasado en algo tan fundamental.
Pero seguro que no esperábamos que esto fuera a terminar así, me amaste tanto que me derretiste sobre tu lengua y de ella salió mi nombre.
No me culpes por favor, yo no te pedí que me amaras. Así como tu no pediste que te amara. Esa es la verdad . Y cualquier otra cosa seria una mentira
