Tus manos sobre mi piel eran un suspiro,
Tus labios sobre los míos eran una mirada,
Tu aliento sobre mi pulso era una sonrisa...
Tus palabras eran un gesto amable,
Tus sonrisas eran un guiño de esperanza.
Tu tacto un aleteo de cariño.
Tu ausencia, siempre tan monotona.
Tu vacío siempre tan lleno.
Tu.
Nunca tu.
Siempre tu.
Tu tan cansado. Yo tan desgastada.
Porque es incorrecto. Y no es nada más que nuestra culpa. Porque de tus labios salen agujas y yo amo sangrar.
Porque tu me haces sangrar.
Pero carajo, sangrar por ti siempre fue mi placer privado.
Pero ahora?
Tienes a alguien más, alguien que TU quieres que sangre por ti.
Que deberé de hacer ahora? Irme sin intentarlo? Regresar? O simplemente quedarme? No lo se dulzura mia.
Levantó la mirada al cielo, buscando un signo de deidad. Pero no hay nada.
Levantó la mirada al cielo y suspiro como rogando.
"Que el cielo me ayude"
