capitulo 9

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La brisa de bluesky pegaba en mi cara más que nunca, cabellos volando desordenadamente por el aire y olas de frío recorrían mi cuerpo. Llevaba puesto unos shorts y un crop top porque en la tarde había hecho mucho calor.

Giles y yo nos detuvimos a observar las hermosas olas que yacen ante nuestros ojos, es raro que dos adolescentes vayan a la playa a solo ver las olas pero estas tienen algo especial, que nos decía que pronto iba a venir una gran tormenta hasta bluesky. La furia con la que rompían antes de llegar a nuestros pies era algo de dioses, el color azul que se veía dentro de las puntas blancas era algo que todos en algún momento deberíamos apreciar. Estas olas eran como un imán y nuestros ojos un metal que no podía evitar ser atraído.

-son hermosas –giles me saca de mis pensamientos. Nuestra relación se ha vuelto más íntima desde hace un mes, yendo y viniendo juntos de la escuela como dos hermanos. –no suelo detenerme a ver el mar pero esto es una ocasión importante. –me dio la típica mirada que me lleva a las estrellas.

-¿ah sí? ¿Por qué? –mis ojos se encontraron con los suyos y a pesar de la oscuridad había un brillo en ellos.

-si. Tú, el mar, la arena y esta brisa que me trae fría hasta las hebras del cabello son algo que no se compra.

-pienso lo mismo –le di una sonrisa que solo salía con él. No soy de las personas que sonríe a cada rato, de hecho nunca sonrió, sonreír ni es algo que este dentro de mis planes en este lugar. Giles nunca estuvo concretamente en mis planes, nada de esto estaba en mis planes. En un principio me interese en el por diversión pero después de un tiempo fui sintiendo algo más que atracción física por él.

En el instante en que repase la situación una ola electricidad recorrió todo mi cuerpo al recordar la última vez que había tenido la cosa más cercana a llamarse relación. No había salido bien, todo en ese momento se había jodido y no podía permitir que eso pasara. Dos pasados me seguían diariamente: uno donde cualquier ser humano de mi edad estaría lamentándose por todo lo que había hecho, pero yo no lo hacía porque el remordimiento es algo que está en mi vocabulario. Siempre he tenido una cosa en claro y es que el pasado y las acciones cometidas jamás se van a cambiar y lo único que nos queda es olvidarlo, superarlo sin una gota de sufrimiento ni remordimiento porque el rencor y remordimiento no van a cambiar absolutamente nada. Y la otra es un pasado oscuro, frío, desgarrador y demasiado retorcido hasta para mí, con una persona que termino siendo nada en mi vida.

Solo hazlo, no va pasar nada. Mátalo

El recuerdo de la sangre y el olor metálico de aquella vez que vi mi primera víctima tirada sin vida en el pavimento me trajo a la realidad, nada de eso iba a pasar de nuevo porque esta vez soy más grande, más madura y más consiente de las cosas que hago.

– ¿Qué crees que estén haciendo Adler y Steph en ese campamento escolar en la isla coiba? –le pregunté a Giles porque Steph y Adler se habían ido a un campamento en una isla a hacer quien sabe qué.

– no lo sé, pero lo estoy disfrutando contigo. Vamos a mi casa después de aquí –puso un mechón de cabello detrás de mí oreja –si no quieres hacer nada entenderé, solo quiero pasar tiempo contigo.

– vaya, gracias por ser tan considerado. Sí, vamos a tu casa, ya.

No tuve que decir más nada para que el entendiera que ya nos fuéramos. Puso el auto en marcha hacia su casa de nuevo.

El camino fue corto y silencioso. Casi nunca hablamos cuando vamos juntos en su carro, simplemente no sale ningún tema por el cual debamos hablar antes de llegar a su casa o a la mía. Giles aún no había conocido a Georgina ni a Lexy, aún no estaba preparada para mostrarlo a esas dos fieras, se lo iban a comer vivo.

I N S I D EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora