capitulo 18

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A las 10:00 pm estábamos sentados esperando a Evan en el Salvatore Grill que estaba a unas calles del edificio. Todo estaba tranquilo, normal... como un domingo cualquiera por la noche, mientras no muy lejos de ahí había un pueblo que olvidaría sus recuerdos de los últimos dos días. Cuando Evan llegó, se sentó frente a Emilien y fue al grano.

–No pueden regresar en menos de 24 horas que termine la sesión que están haciendo en Bluesky –dijo sacando unas tarjetas de su chaqueta –aquí tienen sus pases a los lugares exclusivos del edificio. Se pueden quedar ahí o quedarse en un hotel. Igual Rhys, Calvin ni yo estaremos ahí, asique hagan lo que quieran; solo no regresen en menos de 24 horas a menos que quieran decir adiós a todos sus recuerdos –me miró – ¿o no, Jade?

–¿no era una semana? –dijo Emilien de mala gana.

–no, ahora son 24 horas. –le respondió Evan mientras se levantaba.

Tomamos las tarjetas con nuestros nombres y foto. Evan tan rápido como llego, se fue.

–Quedémonos en un hotel –dijo Klyle –las habitaciones de ahí son muy malas y la verdad es que no tengo ganas de salir de la habitación.

–Yo voy con ustedes –dijo Emilien –saben que soy un parasito.

–Yo igual –dije levantando la cabeza. La tenía sobre la mesa porque me quería explotar –quiero dormir.

–Bien –dijo Klyle levantándose. Le extendió la mano a Masis –vamos.

–Chicos, me envían la ubicación del hotel –dije aun sentada –necesito hacer algo antes.

–Ok –dijo Klyle antes de darme la espalda y marcharse.

Saque mi teléfono y le escribí a Giles para saber qué decisión había tomado, pero no me respondió asique lo llame.

Lo llame ocho veces más y ni siquiera sonaba. ¿Había decidido quedarse y olvidar o había decidido salir de ahí y vivir con la verdad? Me preocupaba que hubiera decidido olvidar, que viviera con una mentira. Pero si era así, lo entendería ya que saber todo esto ya es un riesgo. Pedí comida para no perder la paciencia y cuando me estaba tomando mi batido mi teléfono sonó.

–Jade –dijo Giles al otro lado del teléfono – ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

–Veo que decidiste salir –le respondí.

–Ah, si –divagó –prefiero vivir en la realidad, no más mentiras. Ya estoy cansado de esa mierda.

– ¿Dónde estás? –indagué

– ¿podemos vernos? –cuestionó.

–Sí, si podemos –le dije –estoy en Salvatore Grill.

–No estoy muy lejos –dijo –llego en unos 5 minutos.

Después de 10 minutos Giles y yo estábamos caminando por el parque lleno de luces. Quería olvidar todo esto, algo, había algo que me estaba haciendo mal, algo que me hacía sentir diferente a las otras veces. No me gustaba sentirme débil, ni mucho menos vulnerable y era precisamente como me sentía en este momento.

– ¿y tus padres? –rompí el silencio que había entre nosotros.

–Ellos se quedaron –miro hacia delante y exhaló –no tienen nada importante que deban recordar. –asentí y señalé una banca para que nos sentáramos. Nos sentamos y puse mi cabeza sobre su hombro y sin previo aviso, ni siquiera para mí, empecé a llorar. Mis lágrimas estaban frías, aun mas frías con la temperatura de la noche. Giles me miró y levanto mi cabeza con su mano. Me dedicó una mirada llena de preocupación...

I N S I D EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora