Hace cuatro años–Salta –me grito un impaciente giles desde un piso abajo –yo te atrapare. Apúrate, Jade.
–Es muy alto –le dije con vértigo –nunca pase esta prueba y nunca la pasare.
–Maldita sea, Jade, que te tires –me grito con tono autoritario. Trague saliva y salte. Cerré los ojos con fuerza y sentí el frio de la noche golpear mi cabello, cuando abrí mis ojo me encontré con esos ojos que aún no descifraba si eran azules o grises. –ves ¿estas muerta? –negué con la cabeza. Aún estaba hechizada por la belleza de sus ojos – ¿no verdad?
–Digo ¿Qué quieres que espere de un chico que parece un espagueti? –dije soltándome y arreglándome la falda. –vamos, no tenemos mucho tiempo. En una hora y media pasa la batida a ver que estemos durmiendo. ¿A dónde me vas a llevar?
–A una tienda. –dijo tirando de mi mano y apresurando el paso. Corrimos por las veredas, evitando las cámaras, y minutos después estábamos entrando a una especie de tienda de antigüedades. Me sentí entrando a la tienda de Mr. Gold. De once upon a time, habían de toda clase de cosas raras, espejos, gavetas, cortinas, cuchillos, espadas...
–Hola, Jaron –dijo Giles dirigiéndose al chico que estaba detrás del mostrador. Este le respondió con un asentimiento de cabeza –ella es Jade. –me miró de arriba abajo.
–Hola, Jade –me dijo vacilando. –Giles no se equivocó cada vez que te adulaba a tus espaldas. –lo mire y sonreí. ¿Giles le había hablado de mí?
–Para –le dijo Giles fulminándolo con la mirada –dame lo que te pedí que guardaras.
El chico Jaron fue a la parte de atrás mientras yo me quedaba en un silencio incómodo con Giles. Apenas lo había conocido hace un mes cuando me lo encontré sentado afuera de la sala de reuniones. Rhys estaba hablando con su padre para que le proveyera unos medicamentos o algo por el estilo.
–Hola, disculpa –le dije tratando de que se quitara sus auriculares – ¿sabes si esta Calvin ahí? –se quitó los auriculares y me miro. Mi mundo pareció detenerse en ese instante, eran los ojos más hermosos que había visto jamás.
–No sé quien es –dije encogiéndose de hombros. –solo sé que hay tres hombres ahí. –asentí lentamente aun cautivada por su belleza.
–¿Eres nuevo? –le pregunté.
–No, mi padre es uno de los científicos que trabaja para esta compañía.
–Ah –dije sentándome a su lado. No era necesario esperar a Calvin afuera, pero quería hablar con el chico. – ¿Cómo te llamas?
–¿Cómo te llamas tú? –me replicó.
–Jade –dije sin más. Le extendí la mano y este la miro, me miro y sonrió.
–Giles –tomo mi mano, estaba fría, y la estrechó. –un gusto, Jade.
El chico regreso con una funda delgada y negra. La llevaba con sumo cuidado y con el mismo cuidado se la entregó a Giles.
–Aquí tienes –le dijo el chico –ten cuidado al sacarla.
Giles la agarro, pero no sacó lo que había dentro sino que me la dio para que yo lo hiciera.
–Es para ti –me dijo poniéndome en mis manos.
–¿Qué? ¿Por qué? –dije tomándola.
–Cuando la vi pensé en ti –dijo sonriendo –sácala. –no espere que me lo dijera dos veces. Cuando ya la tuve en mis manos me di cuenta de lo que era, la saque por el mango y apenas salió a relucir la lámina negra los ojos me brillaron de emoción, deseo y ansiedad.
–Giles –fue lo único que pude decir. Estaba sin palabras. Normalmente no me dan regalos y cuando alguien me da uno, por más mínimo que sea, lo aprecio demasiado, lo guardo con mi vida. Pero nunca se cómo agradecer. –es hermosa, no sé qué decir.
–No digas nada –dijo son importancia. –después que te guste, está bien. –sonreí, aun viendo la lámina negra mate con admiración. Giles saco una tarjeta y se la dio a Jaron para que le cobrara. Salimos de ahí y apenas estuvimos afuera lo abrace con tanta fuerza que ni yo me lo creía. Él se quedó inmóvil y me aparte sonrojándome, me mordí los labios por la vergüenza. Nunca había abrazado a ningún chico que no fuera mi mejor amigo Benji.
–Tenemos una hora –dijo mirando su reloj – ¿Qué quiere hacer Jade?
–No lo sé, cualquier cosa esta bien –dije moviendo los dedos de mis manos. Sentía mariposas en el estómago, no podía hablar, ni respirar.
–Bien, vayamos a comer algo –arrugo la nariz y continuo –me muero de hambre –tomó mi mano y la llevo a sus labios y le dio un beso y continuó caminando. –cuéntame algo de ti.
–No sé qué tanto quieras saber –dije mirándole. –hay muchas cosas de mi que no creo que quieras saber.
–Todo –dijo riendo –mi padre conoce a tus jefes, sabe para quienes trabaja –continuó –no es tonto.
–Bueno, en ese caso –dije encogiéndome de hombros. Pensé mucho en que cosas decirle, tampoco le iba a contar la historia de mi vida –tengo 16, estoy en el programa avanzado desde hace dos años, mi mejor amigo es un chico llamado Benji y bueno, lo demás creo que ya lo sabes. –dije mirando hacia delante. –de hecho no sé nada de ti, aparte de tu padre.
–Tengo 17, hago home school, tengo dos amigos, vivo con mi padre y mi madre, no muy lejos de aquí y a veces suelo hacer lo mismo que tú, solo por diversión.
–¿Matas por diversión? –le cuestione.
–No es lo peor que vas a escuchar de mi –se encogió de hombros y me miro a los ojos –si quiero tener una relación contigo tienes que saber todo de mi ¿no? –asentí.
–¿Quieres tener una relación conmigo? –le dije sonrojándome.
–No doy regalos, beso la mano, me escabullo de mi casa y atrapo de ventanas a cualquier chica –dijo con obviedad –eres algo especial. –me frotó el brazo con la mano y se rio –Uy, te erizaste –me tape la cara con las manos y el rio otra vez –y sonrojaste.
–Es que dices cosas muy lindas a veces –le dije tragando saliva. Hacía calor a pesar de ser de noche, asique me recogí el cabello y, de reojo, pude ver como miraba con atención cada moviento que hacía. Cuando finalicé lo mire –tienes lindos ojos.
–Ya lo sé –dijo riendo.

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I N S I D E
RomanceToda la Vida de Jade estaba rigurosamente calculada gracias a su "gran Secreto", hasta que él llega a su vida y comienza a destruir todo a su paso. Haciendo la vida de Jade un gran Lío con las únicas personas que siempre han estado en su vida