Capitulo 10

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Hace tres años.

Camine hasta mi habitación, me bañe y me cambie, pero no me puse a dormir, era imposible dormir en una situación como esta. Me dirigí a la cafetería y pedí un café y mi almuerzo. Me sentí en la esquina trasera para que todo entendiera que no quería que me molestaran. Estuve bien media hora hasta que Benji no entendió y mensaje y se sentó frente a mí.

Fueron unos diez minutos de silencio hasta que abrió la boca.

–Ayer te vi salir, Jade. ¿Qué ibas a hacer a esas horas? –Me dijo con desaprobación –sé que eres prácticamente la hija de los dueños, pero podrías meterte en problemas. –me miro con esos ojos melancólicos que sabía que se preocupaban por mí siempre.

Benji había sido mi amigo desde que llegue aquí, siempre hacíamos todo junto: comíamos juntos, entrenábamos juntos, estudiábamos juntos eh íbamos a la misma clase, asique en pocas palabras era mi mejor amigo. En un principio le había hablado solo por su cara, tengo que comentarles que mi mejor amigo era un chico demasiado guapo, tenía un cabello caoba envidiable, ojos grises llenos de vida, literalmente brillaban cada vez que hablaba y una sonrisa espectacular que traía a todas las chicas locamente enamoradas y no lo culpaba era irresistible ante los ojos de cualquier chica. Pero luego de conocerlo me di cuenta de que no quería dañar la hermosa amistad que teníamos por una relación que en cualquier momento acabaría ya que casi íbamos a salir de la escuela para hacer las misiones para las cuales nos hemos preparado durante casi toda nuestra vida.

–Si Salí, pero solo fui a tomar aire –dije con una risilla nerviosa –no te preocupes por mí, se cuidarme sola.

–No, Jade –se metió un palito de madera entre los dientes y me sonrió, con esa sonrisa tan limpia y llena de perversidad –sabes que a mí no me puedes mente, por dos razones: soy tu mejor amigo y te conozco a la perfección y porque a mí nadie me completa una mentira, recuerdas cual es mi fuerte ¿no? –echo otra risilla. Si sabía cuál era –soy un mentiroso perfecto y se detectar las mentiras, asique déjate de estupideces y dime de una buena vez quien es el chico.

–Oh, Benji –eche una risa falsamente genuina, lo mire a los ojos y pase mi mano por su mejilla –te dije que solo fui a tomar aire y eso es todo. Todo esto de los exámenes físicos me trae exhausta. –le tome las manos y puse mi mejor cara de arrepentimiento. Oh sí, yo también se mentir –no quiero que esto nos separe y además yo jamás te mentiría.

–Cállate, Jade, a mí no me puedes mentir y mira que no me voy a parar de aquí hasta que me digas que pasa.

–Joder, que no pasa, solo he salido a tomar aire. No te lo tomes a mal, pero los mejores amigos no dudan entre sí. –deje la comida ahí y me levante furtivamente. No podía seguir mintiéndole, él sabía que lo hacía, solo quería saber por qué.

–Jade, ven aquí, ya mismo –me grito, todos se giraron a vernos –no voy a aguantar estas escenitas, asique deja la estupidez y ven aquí.

–Benji, ya para –le dije dándole la espalda.

–no, Jade, no voy a parar, quiero que me digas qué es lo que pasa –camino hasta mí y me tomo de los hombros. No aguanté, no le podía seguir mintiendo a mi mejor amigo, eso no era leal y nuestra amistad se basaba en la  lealtad que nos teníamos.

Me sentí una completa mierda en ese momento, todo se estaba derrumbando, todo parecía estar Derrumbándose lentamente frente a mis ojos, tal vez ni siquiera era tan grande el problema. Tal vez mi mente solo estaba agravando todo, tal vez solo me estaba ahogando en una tapa de soda o tal vez si estaba jodida.

Lo abracé por un largo tiempo, llore, de nuevo, lo abracé aún más, era lo que necesitaba, un lugar donde seguro, un refugio y la persona indicada para eso era él.

–No sé qué hacer, Benji, de verdad –dije aun abrazándolo –Rhys me dijo que no me preocupara, pero es imposible, me siento indefensa, siento que... no sé, no me gusta sentir.

–Ya, tienes que tranquilizarte y Descansar, pero antes decirme con que estamos tratando –pasó su mano por mi cabello y me tomó de los hombros –vamos a mi cuarto y hablamos.

Caminamos hasta su cuarto, las miradas de las chicas no cesaron cuando me vieron entrar.

Me acosté en la cama y me quite los zapatos. Ya me sentía cómoda cuando entraba a su habitación, ya era como la mía, él era como mi hermano.

–y bien, ¿qué pasó? ¿Cuál es su nombre? –dijo mientras se sentaba en la ventana y prendía un cigarrillo.

–Pasaron muchas cosas –dije con la mirada clavada en el techo –hicimos demasiadas cosas juntos –solté una risa irónica –pero hicimos algo muy malo.

– ¿ajá y se puede saber su nombre?

–Aun no –le dije sonriendo casi para mí.

–ah, está bien –dio una calada y exhalo el humo –por lo menos dime qué paso.

–Bueno, no es para tanto –mire hacia otro lado. No quería hablar sobre el tema – ¿sabes qué? No quiero hablar de lo que hicimos. Pero te diré que nos estamos viendo hace algún tiempo.

–Uhm, entiendo –aplasto la colilla de cigarro y continuo – ¿y se puede saber por qué yo no sabía?

–Ya, no es para tanto. Nos conocimos hace un año en la misión que hice en vizweville y desde entonces estamos en contacto. –sus ojos explotaron cuando le dije que nos conocíamos hace un año. Me siento muy culpable por no haberle dicho, pero me quería guardar eso para mí y solo para mí.

–Me jode esta situación, Jade, dime cómo puedo confiar en ti. Me has estado mintiendo hace un año –exhaló ruidosamente –no sé qué pensar, Jade.

–Discúlpame enserio, Benji –me levante de la cama para situarme frente a el –de verdad, no fue mi intención.

–Ya déjalo estar, Jade –se levantó y dios, no me acordaba lo impactante que era su altura. Media casi dos metros y por supuesto que me intimidaba –solo prométeme que no me vas a mentir nunca más.

–Te lo prometo, Benji –me puse de puntillas, lo abrace y enterré mi cara en su cuello – ¿mejores amigos?

–Siempre.

I N S I D EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora