"Malentendido"
Quizás Emilio no era el príncipe azul en brillante armadura que lucharía contra el mundo para liberarme. Lo que había sucedido hace unas horas; después de haber hecho lo que hicimos, me tenía tan desconcertado. Dijo que me quería, que quería estar conmigo, pero su mirada expresaba otras cosas: temor e impotencia. Fui muy iluso al pensar que sólo porque él era un alfa nada prejuicioso, íbamos a poder estar juntos enserio.
Nadie quería a los varones omegas, excepto unos cuántos betas o alfas de mínimo rango, que sólo los usaban para satisfacer sus más bajas necesidades carnales.
Tal vez alguna mujer alfa u omega se dignaban a esposarlos, pero nuevamente todo bajo un cierto interés. En teoría, éramos considerados sólo agujeros dónde tener sexo o adorables mascotitas. Eso me enfermaba.Me levanté insoportable con un genio de a perro. Mi padre me regañó cuando maldecí a todo el edificio sólo porque no me dí cuenta que el envase de la leche estaba vencida y la escupí al probarla.
Por suerte, ninguno de los miembros de mi familia parecía haberse percatado de mi salida nocturna.
Me vestí con el uniforme del colegio y bajé junto con mi padre y Renata hasta el coche. No sé por qué tuve la ilusión de encontrar a Emilio abajo esperándome. Era obvio que no iba llevarme. Él siempre se adelantaba a tocar mi puerta o a esperarme en el pasillo. Esta vez, ninguna de las dos cosas sucedieron.
Quise pensar que se había quedado dormido, o qué tal vez me tomó la palabra y quiso quedarse a descansar en casa por hoy, pero lo cierto es que otras razones se cruzaban por mi mente; entre ellas el que no quisiera verme.A mi padre y a Renata no pareció sorprenderles no encontrarlo. Quizás ellos creían que Emilio aún no había llegado, pero yo sabía que eso no era cierto. Yo también había pasado una mala noche, así que me dormí en el trayecto al colegio. Cuando llegamos pude notar que todo volvía a como era antes del atentado.
Chicos y chicas bajando de sus autos, otros de sus bicicletas y unos cuántos que llegaban caminando. Unos se saludaban, sonreían, conversaban, nadie parecía querer recordar o hablar sobre lo que había pasado la semana pasada. De nuestra escuela sólo hubo una víctima, Adrián. Traté de visualizar a sus amigos, pero no los encontré. Pude comprender que aún no estaban listos para volver a integrarse a las actividades escolares sin encontrarse con el recuerdo de su amigo. A lo mejor, ese era también el caso de Emilio.Cuando estuve a punto de entrar al salón, alguien me jaloneó. Era Andy que estaba agitada, parecía que venía corriendo de una maratón.
-¿Podemos hablar?-preguntó avergonzada.
-No demoran en iniciar las clases-me solté de su agarre y suspiré-Si quieres que hablemos de lo que pasó la última vez que nos vimos, olvídalo.
- Por favor, Joaco-suplicó-Estoy muy arrepentida por lo que dije, pero tú ... Tú debiste ser sincero conmigo y decirme que estabas en algo con ese tal Emilio.
-¿Por qué Andy?
Ella parpadeó confundida.
-¿Por qué tengo que explicarte o comunicarte cada cosa que hago en mi vida?
- Porque soy tu mejor amiga y ...
-¡No!- la corté- Ya hablamos de esto-suavicé mi tono-Yo te adoro Andy. Pero mi amor y mi afecto es sólo como el de una hermana. Te veo igual que como vería a Renata.
Esas palabras parecieron destrozarla. Sus ojos se cristalizaron y ella corrió hacia los baños, dejándome ahí parado en la puerta del salón, debatiéndome en sí creer que eso había sido muy cruel de mi parte o no. Corrí tras ella y aventurándome a pasar mucha pena, entré a los sanitarios de mujeres.
Por suerte no había nadie ahí a excepción de ella, que estaba frente al espejo apoyada en los lavabos llorando. Al verme se apresuró a lavarse la cara.
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No es fácil Emiliaco/Omegaverse
FanfictionEn este fanfic se va narrar la vida de Emilio Osorio y Joaquín Bondoni en el mundo omegaverse. Cómo ambos descubren su casta y sus actos para lidiar con ella. ¿Serán una pareja predestinada? ⚜Primer puesto en la categoría "Mejor Omegaverse" en los E...