Capítulo 21

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"Una Verdad Muy Dolorosa"

Joaquín bajó las escaleras furioso. Buscaba a Diego y su hermana por todos lados. Yo lo seguía detrás rezando por la vida de mi amigo. Joaco estaba dispuesto a asesinarlo. ¿Cómo se había atrevido? Renata tenía ... ¿Qué? ¿Trece? ¿Catorce años? ¡Era una niña! Él en cambio tenía ya diecisiete. Se iba aprovechar de su inocencia.

- Te estábamos buscando-Leyda me agarró del brazo- Ya vamos a cantarte el cumpleaños y tienes que cortar el pastel.

- Joaco ...- lo miré inseguro.

-Vamos-dijo él y muy sútilmente me zafó del agarre de Leyda.

-¿Puedo ir antes al baño?-pregunté. Sentía que mi vejiga estaba a punto de explotar. Después del orgasmo sentí unas inmensas ganas de ir al baño.

Joaco asintió y me dirigí al baño de la planta baja. Cuando abrí la puerta, casi me caigo para atrás al ver quiénes estaban ahí.

-¿Qué mierdas?

-¡Cállate!-Diego me jaló hacia adentro y cerró la puerta. Estábamos muy apretados; pues este era un baño de visitas y sólo había un inodoro y un pequeño lavabo.

-¡Cabrón!- lo tomé de la camiseta-¿Qué le estabas haciendo a Renata?

-Ni que fuera tú con Joaquín -escupió él y yo gruñí.

-Aver, no. Emilio relájate- Ren posó su mano en mi antebrazo para calmarme-No estábamos haciendo nada malo. Nos escondíamos. Ví que mi hermano nos estaba buscando y ay Dios, que oso-se tapó la cara sonrojada-Estoy traumada ok, denme espacio. Aún no puedo creer que los haya interrumpido cuando ustedes estaban haciendo eso.

Yo enrojecí a más no poder. ¡Ella me había visto saliendo del interior de su hermano! No existía vergüenza más grande que esa.

-Necesitamos que distraigas a Joaco para que podamos marcharnos.

-¿Qué?-volteé a mirar a Diego-No, claro que no haré eso. Ren-fruncí el ceño y me dirigí a ella-Tu hermano te está buscando. Debes ir a hablar con él.

-¡Nooo! Tengo mucha vergüenza. Y de seguro que quiere matarme.

-De seguro que sí,  pero no por lo qué crees.

-¿De qué hablas?

-Joaco está furioso.

-Me lo imagino.

- Pero no porque nos hayas interrumpido-agaché la mirada- Sino porque él quiere saber qué planeaban hacer ustedes al entrar a esa habitación.

-¿Qué?-gritó Diego-¿No me digas que el cree que ...?

-Sí-dije firme- Cree que ibas a aprovecharse de su hermana. ¡Por Dios, Diego! Renata es menor que tú.  ¡Tiene trece años!

-Catorce-me corrigió-Y claro que no íbamos hacer nada malo. ¿Estás demente?

-¡Suficiente!- nos cortó ella- Ahora sí que con más razón debes ayudarnos. Tengo mucha vergüenza ahora mismo como para querer hablar con mi hermano y más encima, para explicarle que no planeaba hacer nada malo con él- lo señaló a Diego y luego me miró- Por favor, Emilio. Distraélo, ¿si?

- No puedo Ren, Joaquín me matará si se entera que te ayude a escapar.

-Sino lo haces, le diré a mí papá lo que ví.

¿Qué? ¿Pero qué carajos? Ella estaba hablando enserio. Su mirada era intimidante, muy propia de una mujer alfa. Alcé una ceja y la miré por debajo, pues aún era más pequeña que yo en estatura.

No es fácil Emiliaco/OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora