No es fácil Emiliaco/Omegaverse

Capítulo 31

"El poder de la marca"

Estamos esperando a mi familia cuando empiezo a decir:

- Te va matar.

- No lo hará-replica Emi.

- Emilio, te va matar.

- Tranquilo, no lo hará.

- Dile a tus guardias que no lastimen a mi papá cuando te quiera matar, sólo que lo aparten, pero que no lo dañen.

- Relájate. Él no intentará nada-lo estoy haciendo perder los nervios, lo sé, pero no puedo evitarlo. Lo siento.

- Entonces lo hará mi mamá o Renata.

- ¿Me creerías si te digo que más miedo le tengo a tu hermana?-reí. Por supuesto.

- Sí, te lo creo.

Apenas mi madre cruza la entrada, posa la mirada en mí. Corre en mi dirección y me abraza. Estoy en la sala principal sentado en un lujoso y cómodo mueble de cuero. Ella está llorando y me es inevitable no romper en llanto. Abro mis brazos y la recibo entre ellos. Ahogo un gemido de dolor y la aprieto con fuerza.

-¡Joaquín!- me aprieta y yo me quejo-¿Joaquín?-se separa preocupada-¿Qué te han hecho?

Me ruborizo. Maldita sea. Lo ha notado rápido.

- Elizabeth, debemos inclinarnos-la reprende mi papá.

Ella sigue ignorando estoicamente la presencia de Emilio. No le tiene respeto.

-No es necesario, Umberto-dice él incómodo- No lo pido de ustedes y estamos solos.

- Joaquín-mi madre sujeta una de mis mejillas. Yo bajo la mirada- ¿Qué te hizo?

- Mamá ... Para, por favor. Estoy bien.

Ella me escanea con la mirada. Frunce su ceño e intenta verme la nuca. La alejo.

- Hermano-Renata sonríe e intenta acercarse, pero mi madre la detiene-¿Qué pasa?

- Estás marcado-dice como sino pudiera creerlo-¡Estás marcado!-levanta la voz.

-¿Qué?-grita mi padre. Renata abre la boca por la sorpresa.

Text0s y Robert que se han mantenido alejados, dan un paso hacia adelante. Preparados para proteger al líder de cualquier ataque de histeria. Emilio se disculpa con la mirada y levanta las manos.

- Sí, lo he marcado-lo reconoce.

Y ahí es cuándo todo explota. Mi madre es la primera en abalanzarse hacia él. Yo intento detenerla, pero sigo adolorido por lo que no puedo incorporarme. Renata se sienta a mi lado y descubre mi cuello.

- ¿Pero qué?-gruñe-¡Joaquín! ¡Esos moretones!-está enfadada.

Piensa que Emilio me ha lastimado.

Text0s logra ponerse delante de Emilio antes que mi madre lo alcance y mi padre la sujeta por los hombros para intentar tranquilizarla.

-¡Él no es de tu propiedad!-le grita furiosa-¡Él es libre!

- Perdón. Elizabeth, Umberto, perdónenme-se disculpa Emilio.

-¿Por qué lo hiciste?-le cuestiona mi padre dolido-Confíe en ti.

-¡Suficiente!-grito-No soy una doncella en aprietos. Si él me marcó, fue porque yo así lo quise. ¡Ya es suficiente! ¡Tengan más respeto por Emilio! ¡Es el líder! Es mi líder, mi alfa, mi prometido.