Capítulo 18

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"Bienvenido Joaco"

Mi madre trajo las flores que le había encargado. Sonreí y me dirigí al cuarto de Andy. Ella se encontraba dormida, la moví un poco despertándola.

-Hola-sonrío medio somnolienta-¿Y eso?

-Tuyas my love-reí-¿Te gustan?

Asintió encantada.

-¿Ya te vas?-preguntó haciendo referencia a mi vestimenta habitual, en vez de la bata del hospital. Asentí-Qué envidia-sacó la lengua-Yo ya me quiero largar.

Dejé las flores en la mesita a su costado y me senté para tomarle la mano.

-Hace dos días que despertaste. Recuerda que estuviste toda una semana en coma. Los médicos deben observarte para ver si ...

-Sino tendré daños motrices irreparables en un futuro, sí-murmuró ella hostigada-Joaco, estoy bien. Sí, hace poco desperté,  es verdad; pero puedo mover mis manos y piernas, aunque me duelen-soltó una carcajada y comenzó a mover sus cuatro extremidades - ¿Lo ves? ¡Estoy bien! Además, sé perfectamente quiénes son mis padres, tú,  cómo me llamo, en qué año estamos y cuánto es dos por cuatro.

- No seas necia-la regañé-Deberías dejarte mimar y asistir a las terapias. Ambas. Tu cuerpo y mente se maltrataron demasiado.

- No necesito las físicas -contestó poniendo los ojos en blanco- Y ok, quizás necesite las psicológicas, pero sabes que estoy media loca y eso es de naturaleza. Me da miedo que el psiquiatra lo vea y me interne pensando que soy peligrosa.

Solté una carcajada estrepitosa. Ay Andy, amaba mal sus chistes. Estaba empezando a creer que el golpe en la cabeza definitivamente si le había aflojado uno que otro tornillo. Volví a reír, pero tuve que detenerme por el fuerte hincón en mis costillas. Todavía me dolían.

-Se supone que el rey del drama soy yo, no tú-le recriminé- En primer lugar, te verá un psicólogo no un psiquiatra-rodé los ojos-En segundo, si a mí también me molestaron las terapias psicológicas, pero son necesarias. Andy, pasamos por un trauma horrible.

- Lo sé-dice en voz baja- Yo sólo podía pensar en sacarte de ese lugar.

Oh, Andy ...

-Te arriegaste mucho por mí,  hermosa-le dije con mucha ternura-Gracias por no dejarme, pero yo sólo podía pensar en que te fueras de ese lugar. Nunca más vuelvas a ponerte en peligro por mí. No lo merezco.

-¡Claro que sí,  Joaco! Eres el ser humano más hermoso y maravilloso que he conocido-un leve colorete afirmó sus mejillas-Sabes lo que siento por ti. Este sentimiento lleva dentro de mí mucho tiempo y justo fue creciendo al darme cuenta día con día que eres alguien muy especial.

No pude hacer otra cosa más que mirarla con amor. Sujeté sus dos manos con fuerza y me las llevé a los labios para posar un casto beso en ellas.

-Te amo Andy, lo sabes-sus ojos se iluminaron-Pero ...

-¡No!-me cortó ella-Yo lo sé. Él amor que me tienes es similar al que sientes por tú hermana Renata -hizo una mueca divertida-Sé que sí me vieras de otra forma te espantarías porque lo considerarías incesto.

-Sí.

-Está bien, Joaco. Desde un principio supe que jamás sería correspondida. Por más que me acercaba y te coqueteaba, tú jamás te diste cuenta o contestaste de igual manera. Supongo que por eso fue que me volví tan loca, posesiva y celópata contigo. Fue mi forma de canalizarlo.

- Yo debo ser muy tonto para rechazar a una chica tan bonita como tú-acaricié su mejilla.

-Eso no te lo discuto- rió-Un tonto muy tonto.

No es fácil Emiliaco/OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora