14.- Hyung...

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El menor apaga el cigarro y lo arroja al sesto de basura que hay junto a su escritorio. Intenta que sus nervios no le traicionen en ese momento pues tiene que explicarle al tailandés la situación que acaba de ver. Se sienta frente al rubio son los ojos azules fijos en las carpetas y los dedos de sus manos entretenidos con una pluma.

-Bien, estoy esperando una explicación, YuGyeom.

-Hyung, no lo hago siempre. - dice.

Los ojos de Bambam no se despegan del más chico. Algo le dice que crea en él, que probablemente no es lo que su cabeza le esta diciendo. Quizás si fuese alguna adicción, pero no una que no sepa controlar así que no debe ser tan malo con él, después de todo solo es su asistente.

-Si sabes que eso te hace daño, ¿verdad?

-Lo sé, pero hay ocasiones, como hoy, en que simplemente no puedo con todo. - suspira. - tu indiferencia, la empresa. El sospechar que quizás sientes algo por mí y que, por alguna extraña razón no lo quieres aceptar. Los nuevo pedidos a grandes escalas y las quejas que me llegan por culpa de mi personal. Los problemas en casa con algunos de mis tíos y que decir ahora con JaeBeom. - dice, probablemente queriendo llorar. - Desde hace dos días que me ignora por platicar con YoungJae hyung y créeme, es increíble que al fin tenga alguien con quien se identifica, pero también estoy yo; yo también tengo sentimiento y corazón. No soy algo que se mueve por medio de ordenes, o bueno quizas si, pero solo las tuyas... - YuGyeom no sabe como parar de hablar. Necesita que alguien le escuché así como Bambam lo esta haciendo.

Solo escuchando.

-A veces creo que no vivo mi juventud como debería. No tengo amigos que me inviten a salir porque JungKook no cuenta, él es mi hermano de otra madre. - hace puchero. - Entonces, no se que hacer. Tanta presión, tanto estres, tanto rechazó tuyo me esta asfixiando y no puedo con todo, hyung. Es desesperante todo esto.

Muy bien, ya había terminado de hablar y de sacar todas sus inquietudes y deseos. Ya había dejado de escupir cuanto babosada que, segun él, le molesta. Y Bambam esta sin palabras. Entiende que el muchachito esté pasando su juventud en una empresa; encerrado entre cuatro paredes porque su padre ha fallecido. Lo comprende y no esperó que su distanciamiento lo afectará tanto.

Porque vamos, Bambam siempre sigue al pendiente de él. Viéndolo comer a sus horas, jugar una que otra vez en su computadora personal o en el celular. Lo ve renegar por tanta cosa que hace y sobre todo lo ve con amor.

Sí, a Bambam le gusta su jefe, pero le cuesta aceptarlo porque simplemente no es profesional. No es ético de su parte pretender tener algo con el menor así que como "buen" recurso, uso la distancia.

No ha sido su mejor idea, claro esta, pero le ayudo un poco a meditar los últimos hechos.

Así que suspira rendido y estira su mano hasta la de YuGyeom. Los ojos azulados del más pequeño se abren en sorpresa, como si eso nunca antes hubiese pasado y lo observa fijamente.

-Perdóname por haber creado una carga más para ti. No sabía cuanto tenías encima. Lamentó que por mi comportamiento inmaduro tu hayas terminado haciendo esto. Y como compensación hoy te invitó a cenar a mi casa, puedes decirle a JaeBeom que vaya y así podremos regañarlo juntos ¿qué dices?

-¡SÍ!, es decir, claro que sí, llamaré a JaeBeom en un momento. Gracias, hyung.

-Ahora debo irme, tengo algunas cosas pendientes, pero si me necesitas llámame ¿okay?

El menor asiente sonriendo y Bambam sale de la oficina con el corazón latiendo eufórico. Esa sonrisa y esos ojos azulados le causan cosquillas en todos lados.

-Sólo respira... - pero inclusive el perfume del menor esta por todos lados. En el aire, en su ropa y en sus dedos.

Vaya mierda.

Fastidioso YuGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora